Continúan las protestas en Arabia

Habitantes de Sohar, ciudad de Omán, Arabia, saquearon un supermercado de la zona en el contexto de las protestas que se desenvuelven en las calles desde hace tres días. También se informó acerca de una supuesta irrupción de los manifestantes en una comisaría.

Según informes de los hospitales de la zona, hasta el momento han fallecido seis personas en las protestas, aunque este número contradice las cifras de fuentes oficiales.

Los participantes de las marchas, quienes han iniciado protestas a lo largo de toda la ciudad, exigen al gobierno otras condiciones económicas: mejores salarios, puestos de trabajo para los desempleados y la eliminación de algunos ministros del gobierno.

Por su parte, las fuerzas de seguridad han cerrado las principales carreteras de acceso.
Según algunos informes declaran, los militares habrían utilizado municiones de guerra, aunque las autoridades de Omán alegan que utilizaron gases lacrimógenos y balas de goma.

Las personas que ingresaron a la fuerza al supermercado, se retiraron con huevos, leche en polvo, jugo, y quesos, entre otros productos, mientras declaraban a los medios frases como las siguientes: "Es un país libre para todos"; "No hay seguridad ... yo quiero vivir".

Accesos inhabilitados

En otros lugares, los manifestantes bloquearon el acceso a un área industrial que incluye el puerto, una refinería y una fábrica de aluminio.

Un manifestante que se encontraba en el lugar expresó: "Queremos ver el beneficio de nuestra riqueza petrolera distribuida de manera uniforme a la población. Queremos que se creen más puestos de trabajo para los omaníes".

Mundo revolucionado

Para calmar a los manifestantes, el sultán Qaboos bin Said, gobernante de Omán, ordenó la creación de 50.000 nuevos puestos de trabajo, y una ayuda por desempleo de $390 para quienes buscan trabajo. También sustituyó a seis miembros del gabinete.

La protesta de Omán se suma a la cada vez más larga lista de manifestaciones que se levantan contra sus gobiernos en busca de mejores condiciones de vida: ya sucedió en Egipto, donde el presidente fue derrocado, y en Libia, donde aún intentan echar a Muammar Gaddafi.