Ahorro energético, iluminación eficiente

A la hora de ahorrar en la factura de electricidad recomendamos aprovechar de buena forma el consumo de luz, aprendiendo a usar colores, proyección de la luz, sensores y temporizadores.

Luminosidad
Luminosidad

Cuando hablamos de consumo eléctrico, debemos reconocer que la iluminación representa el 10% o 25% del consumo total, por lo que en las cuentas mensuales no podemos prescindir de este gasto que está sujeto generalmente al tipo de vida que llevemos, la cantidad de personas, etc. Sin perjuicio de lo anterior, nos parece apropiada la idea de entregar ciertos lineamientos en torno a lo que podemos hacer para volver más “eficiente” nuestro consumo, aprovechando así de mejor forma el recurso en cuestión.

Desde una perspectiva ambiental nos conviene bajar el nivel de consumo eléctrico pues evitamos el incentivar la construcción de centrales de generación de energía, usar combustibles para la generación de electricidad, y así una serie de medias que van de la mano con la política energética del gobierno de turno. Desde una visión particular, bajar el nivel de consumo en iluminación nos sirve porque pagamos facturas más baratas, por lo que desde estas dos visiones nos conviene seguir de cerca los siguientes consejos:

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Lámparas de bajo consumo

El uso de lámparas de bajo consumo, en vez de las incandescentes, nos beneficia por diversas razones. La primera es que nos hacen bajar drásticamente la cuenta de electricidad, la segunda que iluminan mejor y la tercera que ante un uso prolongado (versus las incandescentes) mayor es el ahorro. El único punto negativo es que son más caras, pero a la larga el desembolso inicial se ve recompensado con creces.

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Saber qué potencia utilizar

Hay ocasiones en que la instalación de lámparas o bombillas no encuentra una idea lógica de luminosidad, pues no es difícil encontrar hogares donde se ilumina más el escritorio que la pieza en general, lo que constituye ciertamente una pérdida de recursos. En este caso lo más adecuado es buscar los puntos de luz que permitan hacer más eficiente el uso de la luz, ya que así utilizaremos menos bombillas e iluminaremos incluso mejor.

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Pintura y luz natural

La organización del ambiente es importantísima a la hora de escoger la iluminación, por ello es que recomendamos analizar nuestra casa o departamento de forma tal que podamos identificar los mejores sitios para poner dormitorios, salas de estudio y comedores. No es lo mismo poner una pieza de estudio en un cuarto muy oscuro, pues invertiremos más en luz artificial (será más caro) que si preferimos una habitación habitualmente iluminada. El color de la pintura también será clave, ya que la luz proyecta mejor en colores pálidos, fríos o claros, versus las tonalidades más claras que dan la impresión de ser cálidas.

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Sensores y temporizadores

El uso de sensores es una gran ayuda a la hora de ahorrar en las facturas de electricidad, pues evitamos el dejar encendidas las luces cuando realmente no es necesario. Si colocamos un sensor en la sala de estudio y al salir de ella se nos olvida apagarla, no debemos preocuparnos pues el sensor al ver que no hay nadie apagará automáticamente todo. De igual forma los temporizadores son una buena forma de ahorrar toda vez que el encendido dura una cantidad determinada de tiempo, lo que es esencial para pasillos, escaleras y otros.