Petróleo y medios de comunicación: Los dueños del poder

Henry Ford, tras haber apoyado activamente a Hitler declaraba: “Ni los Aliados ni el Eje deberían ganar la guerra. Estados Unidos debería suministrar a los dos campos los medios de continuar hasta que ambos se hundan”.

El poder del petroleo y los medios de comunicacion
No exoneraré a Saddam Hussein de culpabilidad. Movilizaré nuestras tropas y aviones a Kuwait y el Golfo Pérsico. Estaré preparado para una guerra total. El mensaje es, vengo a patearte el trasero, Saddam.

¿Qué credibilidad le podemos dar a una noticia que leemos en un diario, escuchamos por la radio o vemos por televisión? ¿Los que la generan son libres o dependen de grupos económicos o de presión? En este trabajo se intenta poner al descubierto las vinculaciones de importantes grupos mediáticos internacionales con las principales corporaciones petroleras globales.

Muchas veces, mirando algún medio de comunicación de masas, como es por ejemplo la televisión, nos preguntamos quién dirige el mundo. ¿Acaso el Presidente de Estados Unidos?

“Muchos medios desean que esa sea la creencia popular, pues como cada tanto tiempo la gente se aburre de ese candidato opta por uno nuevo y queda con la ilusión de que todo irá a cambiar. Mientras tanto, los verdaderos poderosos permanecen y no dejan de fortalecerse. Viven con bajo perfil, que es lo que les da la riqueza”

Esta reflexión pertenece al periodista belga Michell Collon, quien ha estudiado minuciosamente los grupos económicos que se ocultan detrás de los grandes medios de comunicación del mundo, que, como es habitual, predican para afuera lo que ellos no practican: La libertad de expresión.

“Detrás de cada gran fortuna se oculta un crimen.” Balzac

La norteamericana Exxon Mobil (antes Standard Oil of New Jersey, aunque más conocida como Esso, marca con la que comercializaba los productos y que en algunos países continúa utilizando), accionista e integrante del directorio del influyente New York Times, el diario de mayor tiraje del mundo occidental, ha acumulado en los últimos años los beneficios más importantes de toda la historia del capitalismo, 25.000 millones de dólares en 2004; 36.000 millones en 2005 y 39.000 millones en 2006.

Exxon Mobil bate su propio record año tras año, pero en Nigeria, uno de los mayores exportadores de petróleo del mundo con una producción -toda en manos de multinacionales extranjeras- de dos millones de barriles al día, cuyo valor a precios actuales se aproxima a los 170 millones de dólares, el ingreso por habitante bajó de mil dólares en 1970 a trescientos en 1996, y sus habitantes son de los más pobres del planeta. Mientras tanto, los medios de comunicación repiten que hay crisis, que la gente debe apretarse el cinturón.

Business are business

Durante la Segunda Guerra Mundial Esso proporcionó a Hitler gasolina de alto octanaje para los aviones. Pero su colaboración con el nacionalsocialismo fue más allá. En 1927 la petrolera de los Rockefeller se había asociado a la alemana IG Farben para fundar la Standard IG Farben, con sede en EE.UU. y presidida por William Farish. En el acuerdo constitutivo de la nueva compañía, la empresa norteamericana cedió a la germana el “know how” del proceso de hidrogenización del carbón, que posibilitaba producir combustible a partir de ese mineral; en contrapartida obtuvo de la alemana la patente para la producción de buna (caucho sintético).

Merece que nos detengamos un momento en la IG Farben. Este conglomerado químico alemán fue formalmente fundado en 1925 en Francfort, aunque las compañías más importantes que lo constituyeron (Agfa, Basf, Bayer, Hoechst) habían estado trabajando coordinadamente desde la Primera Guerra Mundial. Inicialmente casi todas producían colorantes, pero luego se diversificaron a otras áreas de la industria química. En la Alemania nazi, a través de una empresa controlada (Degesch), IG Farben comenzó a producir el Zyklon B, veneno empleado en la época para combatir pulgas y piojos, del cual tenía la patente. Durante el Holocausto(1), el gas fue usado como agente letal en las cámaras de gas.

A su vez, en 1942, construyó en Auschwitz una fábrica para producir caucho sintético, convirtiéndose en la única compañía alemana con campo de concentración propio. Los “trabajadores”, casi en su totalidad judíos, eran aportados por las SS de Himmler a cambio de un pago en dinero. En el período de más producción (primer semestre de 1944) la planta de Auschwitz utilizó 83.000 esclavos, estimándose que 30.000 de ellos murieron(2)

Una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, en el proceso de desnazificación, los aliados decidieron disolver IG Farben, cuyos 24 directores fueron sometidos a juicio entre 1947 y 1948, siendo 13 sentenciados a penas de entre uno y ocho años de prisión. Sin embargo, varios se convirtieron luego en directores de Bayer, Basf y Hoechst (ahora parte del consorcio farmacéutico europeo Sanofi-Aventis), principales y más conocidas compañías surgidas del desmembramiento, que heredaron el total de los activos de IG Farben pero no las responsabilidades penales y civiles por los horrores cometidos durante guerra.

En 1941, una comisión investigadora del Congreso de EE.UU. probó la relación de empresas norteamericanas como DuPont, US Industrial Alcohol Co. (y su subsidiaria Cuba Distilling Co., donde la familia Bush tenía una fuerte participación) y Esso con los nazis. Citado por la comisión a declarar, William Farish dijo: “Nuestros contratos (con la IG Farben) tenían vigencia hasta 1949. Ustedes deben entender que contratos como estos no pierden vigencia solamente porque los gobiernos de las partes están en guerra. Las partes tienen que encontrar un camino para continuar con el negocio”(3). Pese a las evidencias, la investigación fue cerrada debido a la necesidad de contar con el apoyo industrial en la producción de material bélico.

Pero la norteamericana Standard Oil of New Jersey no fue la única petrolera “aliada” que vendió suministros a Hitler. La angloholandesa Shell también proporcionó nafta de alto octanaje, y durante la guerra, su filial alemana-austríaca utilizó trabajadores forzados en sus refinerías e instalaciones petroquímicas, bajo la custodia de las SS.

Henry Ford, tras haber apoyado activamente a Hitler declaraba: “Ni los Aliados ni el Eje deberían ganar la guerra. Estados Unidos debería suministrar a los dos campos los medios de continuar hasta que ambos se hundan”.

Muy breve repaso

En 1953, en Irán (entonces Persia), la British Petroleum (BP) -en la actualidad la tercera petrolera mundial después de Exxon Mobil y Shell- en combinación con el servicio secreto británico (MI5) y la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA por su sigla en inglés) derrocaron al popular primer ministro Mohammed Mosaddeq dos años después de haber ganado las elecciones con un programa basado en la nacionalización del petróleo, que hasta ese momento era explotado casi en exclusividad por la Anglo-Persian Oil Company, conocida hoy como BP.

Entre 1980 y 1988, a través de su entonces protegido presidente de Irak, Saddam Hussein, Estados Unidos instigó la guerra mortífera entre ese país e Irán, las dos potencias musulmanas ascendentes de Oriente Próximo. Respecto a ese enfrentamiento bélico, el secretario de Estado de Richard Nixon, Henry Kissinger, confesará años más tarde: “Queríamos que siguieran matándose entre ellos el mayor tiempo posible”.

Durante diez años (1990-2000) Argelia se sumió en una sangrienta guerra civil. El gobierno de Washington tuvo una activa participación en ese conflicto, apoyando a fuerzas argelinas terroristas. Es que para los intereses de EE.UU. Argelia había cometido varias faltas: Aunque muy rica en petróleo y gas, su gobierno conservó los hidrocarburos en manos de las empresas públicas; desempeñó un papel histórico en el movimiento de los no alineados y en la resistencia al neocolonialismo. Después de esos años de guerra patrocinados por EE.UU., Argelia adoptó una actitud más dócil ante la inversión extranjera en áreas estratégicas. Un último dato: De 1991 a hoy, Washington sigue castigando al pueblo iraquí para controlar su petróleo.

De esto no se habla

La pregunta es por qué no oímos prácticamente hablar de estos temas en los grandes medios de comunicación. Más que intentar una respuesta veamos cómo funcionan dos de los complejos mediáticos más importantes e influyentes del mundo, la norteamericana Time Warner, (87.000 mil empleados y una facturación de 43.700 millones de dólares en 2008(4), y la agencia de noticias británica Reuters, que genera doscientos cincuenta mil informaciones al día -en diecinueve idiomas distintos-, además de cuarenta mil fotografías y más de cuatro mil videos.

Time Warner, la mayor corporación mediática del mundo, a través de distintas empresas edita 115 diarios y revistas, posee la cadena de noticias CNN y las productoras de contenidos y señales de televisión HBO y Warner Bros Entertaiment, entre otras. En el seno de su Consejo de Administración juega un papel relevante y decisivo el representante de Exxon Mobil, Richard Munro. Pero la petrolera no está sola allí; otras multinacionales como Philip Morris, American Express, Colgate-Palmolive, Pepsi, Pfizer, Hilton y Fedex tienen un cargo directriz.

El caso de Reuters es similar. Si bien su facturación es mucho menor que la de Time Warner, las utilidades del grupo ascendieron en 2008 a la nada despreciable cifra de 375 millones de dólares. Pero la agencia de noticias británica es poseedora de un activo intangible que la multinacional norteamericana carece, credibilidad, un valor que en el “negocio” de la noticias no tiene precio. En el Directorio de Reuters PLC, cuyas acciones que cotizan en la bolsa de Londres -la más importante de Europa- integran el índice Footsie, hay representantes de distintas multinacionales, europeas mayormente como BP, Unilever, Shell, BNP y Renault, y las japonesas Bank of Tokio y Toshiba.

Esta dependencia de los medios de comunicación más importantes con las corporaciones globales marca límites a la hora de informar con autonomía. Por otra parte deja en clara evidencia que cuando hablan de libertad de expresión en realidad se refieren a la libertad de empresa, de la cual hacen uso y abuso.



(1) Holocausto: En realidad, genocidio. Pues etimológicamente holocausto deriva del griego holókaustos: quemado. "Sacrificio entre los judíos en el que se quemaba completamente la víctima; Sacrificio, ofrenda generosa". Por lo cual personalmente discrepo con la terminología utilizada que ha quedado en el común de la gente, pues fue un genocidio no un sacrificio a modo de ofrenda.
(2) Documentos de la Causa IG Farben: profit-over-life.org
(3) Blog de la periodista y documentalista alemana Gaby Weber: a href="http://www.gabyweber.com/dwnld/artikel/eichmann/espaniol/industria_petrolera.pdf">gabyweber.com
(4) Vía: timewarner.com
(5) Vía: reuters.com

Prontuario

  • Exxon Mobil
    • En los últimos dos años suprimió el 16% de su plantilla de trabajadores y se ha visto involucrada en numerosos casos de contaminación, corrupción y violación de los derechos humanos en países del Tercer Mundo en los que explota yacimientos petrolíferos y/o gasíferos
    • Para eludir el pago de impuestos se ha establecido en doce paraísos fiscales de distintas zonas del orbe
    • Fuerte inspiradora de la guerra contra Irak, una base militar de EEUU en ese país se llama Exxon Mobil
  • Shell
    • En el último bienio despidió al 9% su fuerza laboral
    • En la ciudad de Durban (Sudáfrica) la utilización de tecnología vetusta en su refinería ha provocado una tasa de leucemia veinticuatro veces superior a la media
    • Instalada en Nigeria en 1958, ha destruido el medio ambiente y las condiciones de vida de las poblaciones ogonis, que vivían de la agricultura y la pesca. Cuando en 1995 éstos se rebelaron, el ejército nigeriano aplastó la revuelta que tuvo un saldo de dos mil muertos, todos ogonis por supuesto. Después de haberlo negado, Shell finalmente reconoció haber financiado la represión
    • El actual director del Consejo para la Industria Petrolífera de Irak es Philip Carroll, ex CEO de Shell USA
  • British Petroleum (BP)
    • Después de haber sido la inspiradora del golpe de Estado y de la sangrienta dictadura en Irán, violó las resoluciones de la ONU colaborando con el régimen racista de Rhodesia (actual Zimbabwe)
    • En 1983 financió un golpe de Estado en Azerbaiyán
    • En 2005 en su refinería de Texas City (Texas, EE.UU.), la tercera en tamaño del país, se produjo una grave explosión que provocó 15 muertos. Esto a su vez derivó en un problema ambiental que llevó a incluir a BP en la lista de las diez empresas más contaminadoras de EE.UU.