Cómo actuar frente a los chismes en la oficina

Los chismes de oficina son peligrosos, por lo que es recomendable no participar de ellos ni contribuir a esparcirlos bajo ninguna circunstancia.

Problemas en la oficina
Problemas en la oficina

Para muchos los chismes de oficina son parte de un tipo de violencia en el ambiente de trabajo, algo así como “violencia laboral”. Aunque para muchos este apelativo sea demasiado drástico, lo cierto es que este tipo de comportamiento no hace otra cosa más que destruir vidas, carreras y personas en muchas formas.

En la mayoría de las grandes empresas se deja muy en claro a los empleados lo indeseable de este comportamiento ¿Por qué? Porque lo que para muchos puede ser un “comentario” para otros puede ser un ataque y para el ambiente laboral una agresión fatal, pues genera desconfianza entre los colegas, lo cual merma la productividad y moral del equipo. Son pocas las personas que se mantienen “ajenas” a las habladurías del resto, pero quienes lo logran por lo general no se detienen en estupideces y salen adelante sin detenerse o empantanarse desprestigiando a los demás.

Vemos a continuación cómo mantenernos al margen de los chismes en la oficina sin llegar a ser descorteces, apartarnos del grupo ni volviéndonos blanco de comentarios destructivos por no querer participar.

¿Conversación, chismes o difamación?

La línea divisoria entre estos tres conceptos es difícil de dilucidar, pues dentro del ambiente laboral no sabemos bien qué es lo que nosotros mismos podemos estar haciendo al hacer un comentario que más tarde puede reproducirse por distintas personas. En Estado Unidos se entiende por difamación la conversación que “perjudica a una tercera persona”. Sobre este tema se tienen en cuenta tres tipos:

  1. La que se dice con conciencia de que es mentira
  2. La que se menciona con información que nos hace pensar es plausible, aunque no se investigó lo suficiente
  3. Los dichos que, por ser tan generales, se sabe de antemano no pueden ser ciertos

El problema de los chismes de oficina, como todo tipo de chisme, es que es tan fácil hacerlo que no hay problema alguno en llegar y emitir un comentario, con prescindencia de lo que podemos causarle a la persona de la que hablamos, eso es lo que se pena por la ley cuando hay difamación de por medio.

Mantenerse alejado

Si vemos que se está echando a correr un chisme sobre alguien, la mejor de las decisiones que podemos tomar es mantenernos al margen, lo malo es que resulta más fácil decirlo que hacerlo debido a que este tipo de rumores se echan a correr en los descansos cuando se supone, se está en confianza.

Lo mejor que podemos hacer es ser corteses y dedicarnos a escuchar lo que se diga, aunque sin manifestar ningún tipo de asentimiento a lo que los demás expresan, para que no consideren usted lo comparte. Otra de las formas es hacerle saber al otro que no nos interesa pero de forma desinencial, es decir, cambiando el tema sutilmente y terminando con la conversación.