Generar una buena impresión en el trabajo

Causar una buena impresión en el empleo con pequeños y sencillos comportamientos, puede abrir nuestra carrera laboral de forma insospechada.

Generar buena impresción
Generar buena impresción

Tal y como ocurre con la mayoría de las cosas, los comportamientos comunes y corrientes son los que provocan percepciones negativas o positivas en los demás, por lo mismo, hay actitudes que sacan elogios del entorno y otros que provocan críticas por lo que hacemos o dejamos de hacer.

Es importante saber que con pequeñas cosas podemos marcar la diferencia en el entorno en donde trabajamos (empleo), lugar donde pasamos del anonimato a ser felicitados por la excelente impresión que le damos a nuestro supervisor directo, por dar un ejemplo. Es increíble el cómo con pequeños detalles podemos marcar la diferencia y obtener un ascenso o reconocimiento, aunque hay que considerar no siempre será así y por ello tocará a cada quien reforzar los comportamientos que conduzcan al objetivo propuesto… destacarnos.

Un ejemplo de la percepción que generamos a nuestros superiores se ve en algo tan sencillo como el tiempo que demoramos en ver si lo que nos han pedido es o no urgente. Muchas veces responder un email un fin de semana puede hacer la diferencia entre quien se implica para con sus responsabilidades, respecto de quienes piensan “es mi día libre, no veo nada del trabajo”.

Abordar los problemas sin ayuda

Abordar los problemas es otra de las fórmulas de causar una buena impresión. La ansiedad y el miedo hace que muchas veces saquemos lo mejor que tenemos dentro, aunque muchas veces es visto como un “mal síntoma” por parte de nuestro empleador cuando necesitamos ayuda para solucionarlo todo. Si bien es cierto siempre será mejor “preguntar” cuando no se sepa bien cómo hacer algo, hacerlo constantemente es muestra de “fragilidad” o falta de confianza, y eso no gusta.

Por otra parte, aventurarse con proyectos difíciles sin pedir ayuda o consejo, es visto como una problema a futuro, ya que se nos puede catalogar de “difícil de controlar” y así nuestra carrera laboral no será muy larga en dicha empresa. No obstante lo anterior, cuando nos embarcamos en un proyecto y buscamos a toda costa solucionar los problemas agotando los medios, antes de acudir al supervisor, la percepción es totalmente positiva.

No esperar a que las cosas sucedan

La impaciencia es percibida, habitualmente, como una buena característica cuando se traduce en trabajo duro y alta productividad. No obstante lo anterior, muchas veces obliga a cometer errores por no tomarse un poco más de tiempo a la hora de hacer las cosas.

Si se es “impaciente” para terminar el trabajo pendiente con diligencia, la percepción siempre será positiva pues ello se traduce en “productividad” y así ganan todos. La impaciencia siempre deberá canalizarse hacia el trabajo duro y constante, de otra forma se puede ver como un signo de debilidad a la hora de enfrentar los desafíos complejos.

En un próximo artículo entregaremos más consejos para causar una buena impresión en el trabajo, y poder así postular al ascenso que tanto se busca.