Consejos para trabajar desde casa

Trabajar desde casa es una buena forma de ahorrar y de obtener productividad, sin embargo, también es un problema a la hora de separar las cosas.

Trabajar desde casa
Trabajar desde casa

Las cosas no son fáciles hoy en día, pues habitualmente no se consigue lo que se busca en el corto plazo y estamos llenos de necesidades que, lamentablemente, sólo pueden conseguirse a mediano y largo plazo por lo general. Así, enlodados hasta el cuello con la teoría de la escasez, intentamos doblarle la mano a la “escasez por acumulación” y a la “escasez por oferta y demanda” mediante el trabajo desde la casa aprovechando, por ejemplo, Internet.

El problema de este tipo de actividad es que, inevitablemente, tendemos a perder tiempo en cosas banales o quizá importantes, pero que a la merman nuestra productividad. De esta forma presentamos en el siguiente artículo una exposición ordenada de consejos que pueden ayudarnos a conseguir el fin último que es “obtener más producción al menor costo”.

1

Crear una lista de tareas

Lo mejor que se puede hacer cuando se enfrentará el trabajo en casa es elaborar una lista de tareas, una donde podamos planificarnos semanalmente con los proyectos que debemos entregar y con los que hay que cumplir diariamente para conseguir el fin propuesto.

Es preciso recordar que trabajar en casa no es “obtener comodidad para agotarse menos”, sino más bien “aprovechar lo que tengo para producir más por menos”.
Si no hacemos una lista, es fácil perder el rumbo de lo que “debemos hacer” producto de los famosos imponderables que, de trabajar en una oficina, serían los menos.

2

Olvídate del Pijama y vístete

Es verdad que intentar fabricar una fórmula perfecta de la productividad en casa no tiene sentido muchas veces, pues cuando se quiere conseguir algo, no hay obstáculo que valga. No obstante lo anterior, ayuda mucho bañarse, vestirse y tomar un buen desayuno en los objetivos que se conseguirán en la jornada laboral, pues tiene que ver con la “actitud” con que se comienza con todo.

Evitar asearse en pos de la “productividad” o de cambiarse ropa recurrentemente para no “perder tiempo”, son excusas baratas que el mismo subconsciente arroja para comenzar a fallar en lo que “debemos hacer”, así que cuidado con eso.

3

La importancia de los descansos

¿Quién dijo que descansar era malo? Sin duda que el que lo piense no sabe lo que es productividad realmente. Está claro que para conseguir un buen nivel de productividad es necesario descansar y despejar nuestra mente del trabajo que se realiza de forma concentrada.
Nuestra mente es un súper computador que es capaz de lidiar con más cosas de las que imaginaos, pero tenemos que tener en cuenta que existen ciertas necesidades que deben suplirse para no fallar en lo que necesitamos cumplir, y para eso nada mejor que distraerse en el almuerzo o breaks luego de jornadas extenuantes.

4

Mantenerse saludable

Uno de los aspectos más complicados de trabajar en casa es el tener que lidiar con los límites entre lo laboral y lo personal, sobre todo si se tiene la oficina en la misma habitación donde se duerme. Para evitar este problema lo mejor es tener una habitación donde nos dediquemos con exclusividad a trabajar y no haya distracciones, así como también será necesario contar con horarios claros de inicio y término de la jornada laboral.

Si no se quiere perder productividad, la opción está en controlar lo que se hace en cada jornada de forma efectiva, no en inventar más horas del día o aumentar el tiempo de trabajo, pues a la larga terminará por aniquilar nuestro equilibrio.

Hacer ejercicios con regularidad ayuda a despejar nuestra mente, trabajar nuestros músculos y controlar el sedentarismo al que nos vemos expuestos al trabajar frente a un ordenador, por regla general.