Estafas telefónicas, a cuidarse del “cramming”

El cobro excesivo en la cuenta telefónica producto de servicios o valores no contratados o conocidos es común, por ello hay que saber cómo solucionarlo.

Llamadas telefónicas
Llamadas telefónicas

La mayoría de quienes pagan cuentas de teléfono fijo han sido víctimas en algún momento del llamado “cramming” o cobros fraudulentos propiciado por terceros, aunque no todos han reclamado y alegado la ilegalidad del cobro, por lo que a continuación definiremos en qué consiste esta práctica, cómo se produce y qué puede hacerse.

Podemos definir el “cramming” como una práctica en la que se hacen cargos no autorizados, de forma equívoca o engañosa, dentro de una cuenta telefónica. De esta definición podemos de inmediato deducir que los llamados “crammers” (quienes realizan estas prácticas), se aprovechan de cuentas telefónica confusas o extensas para imponer cargos por servicios que no se contrataron, solicitaron ni aceptaron, pero que aparecen como exigibles en la boleta o factura telefónica mensual.

Cabe aclarar que esta práctica sólo se entiende aceptada a las cuentas de teléfonos fijos, lo cual ha generado un descontento generalizado entre los consumidores respecto de las medidas de protección que se han adoptado – al menos en Estados Unidos – puesto que las líneas fijas son apenas 1/3 de las de teléfonos móviles donde no se contempla este delito.

Lo que ocurre habitualmente con esta práctica llamada “cramming” es que en añadidura a los cobros convencionales que toda cuenta telefónica fija acarrea, se incorporan otros como el servicio de larga distancia, concursos y demases. Así también es posible hablar de “cramming” cuando la compañía misma no ha sido lo suficientemente clara en el servicio que ofrece y uno termina por contratar, lo que evidentemente acarrea sorpresas a final de mes cuando llega la cuenta.

¿Cómo aparece en una cuenta el cramming?

Los cargos no autorizados que configuran esta mala práctica (delictiva), pueden identificarse en la cuenta de teléfono de muchas formas, todas las cuales están muy bien pensadas para evitar precisamente una fácil detección por parte de los consumidores.
Al revisar una cuenta convencional de telefonía fija, veremos varios cargos que “en apariencia” lucen absolutamente legítimos, sin embargo, cuando no han sido aceptados por el cliente o realizados pueden aparecer como:

  • Cargos por servicios explicitados en términos generales dentro de la cuenta telefónica como “cuota de servicios, cargos de servicios, otros impuestos, buzón de mensajes, servidor de correo, plan de llamado, membresía, entre otros”.
  • Cargos que se incorporan a la cuenta todos los meses sin explicaciones claras sobre el servicio que realmente se está entregando, lo cual queda explicitado en conceptos como “cuota mensual o tarifa de consumo mínimo mensual”.
  • Cargos por servicios realmente contratados, aunque con costos que fueron informados verazmente.

Formas de protegernos del Cramming

Una de las mejores formas de protegernos de este tipo de práctica maliciosa es revisar todos los meses, minuciosamente, la cuenta telefónica y evita el pago automático de cuentas del que tan bien se habla por entidades bancarias y otras compañías.
Cada vez que revisemos la cuenta telefónica deberemos hacernos las siguientes preguntas:

  1. ¿Reconocemos los nombres de cada compañía listado?
  2. ¿Qué servicio es el que aparece contratado por cada compañía?
  3. ¿Incluye mi cuenta telefónica cargos por llamadas que no hice o servicios que no autoricé?
  4. ¿Son las tarifas especificadas en la cuenta proporcionales a las ofertas que me hizo la compañía en su momento?

Es probable que en la cuenta aparezca que hemos hecho una llamada específica o utilizado un determinado servicio, pero la descripción contenida en la factura puede ser poco clara. Si no conocemos al proveedor de servicios listado en nuestra cuenta es bueno preguntar a la compañía por una explicación sobre el cargo y el servicio antes de pagar.

Antes de autorizar cualquier pago es bueno estar absolutamente seguro de que cada cobro corresponde a los servicios contratados y utilizados, ya que comúnmente el cramming se basa en la adición de valores poco llamativos que en masa, suman mucho dinero.