Leyes laborales ¿Para qué sirven?

Las leyes laborales se originaron en Estados Unidos como una forma de mediar entre empleadores y empleados, de modo que se velara por la equidad en las negociaciones y los derechos.

Leyes laborales
Leyes laborales

Desde siempre se ha identificado una clara diferencia entre los empresarios y los trabajadores, pues los objetivos de uno, no siempre se comparte por el otro y por lo general, este último sale perjudicado ante políticas poco transparentes y abusivas, para ello las leyes laborales cumplen la función de establecer el margen de “negociación” entre empleador y empleado, a la vez que conforma el sistema regulador de las mismas y mantiene así el orden y buen funcionamiento para ambas partes.

En lo principal, las leyes laborales tratan sobre la relación entre los empleadores y los sindicatos, establece los requisitos para la creación de éstos (sindicatos) y regula las actividades que puedan realizarse como huelgas, solicitudes de medidas cautelares, paros generalizados y en general, todo cuanto pueda significar la defensa de los derechos del trabajador.

El derecho laboral no encuentra un sustento técnico en sí mismo, sino que a su vez es regulado por la legislación federal vigente, así como también la estatal y decisiones judiciales (también de agencias administrativas). Un estado puede establecer normativas para el territorio que le compete, pero no puede jamás transgredir una normativa federal o pauta dictada conforme la Constitución.

¿Cómo surgieron las leyes laborales?

Con la finalidad de regular las relaciones de comercio interestatal en Estados Unidos, el Congreso en 1935 aprobó lo que se conoce como “Ley Nacional de Relaciones Laborales” (National Labor Relations Act) con la intención de servir de argumento legal para mediar entre las relaciones de trabajadores y empresarios, así como también el actuar de los sindicatos. Con el paso de los años, esta ley recibió algunas modificaciones importantes, una de ellas fue por la Ley de Relaciones Obrero-Patronales de 1947 (Labor Management Relations Act), y luego en 1959 por la Ley de Notificación y Divulgación de Información Obrero-Patronal (Labor Management Reporting and Disclosure Act).

Como era de esperarse, el surgimiento de conflictos laborales (legales) entre los empleadores y empleados, hizo necesaria la creación del Consejo Nacional de Relaciones Laborales (National Labor Relations Board), el cual se encargaría de qué organización representa a cada grupo de empleados y velar para que toda resolución de conflicto sea llevada a cabo bajo el amparo de estas leyes laborales.

Con el paso del tiempo fue inevitable el llegar a crear un consejo general, el que se encargaría de investigar e iniciar acciones de tipo penal contra quienes infrinjan las nuevas leyes laborales, así como también asegurar a los trabajadores que podrán pertenecer a nuevas organizaciones y negociar con las empresas colectivamente. La iniciación de negociaciones colectivas no tiene por objetivo el ir en desmedro de los empleadores, sino muy por el contrario, asegurar de la mejor forma posible la consecución de un proceso justo para ambas partes y de buena fe.

Aunque se definieron organizaciones representantes para grupos de trabajadores, habían algunos que de igual forma no encontraban una organización, a éstos se les dejo amparados bajo leyes federales como la Ley de trabajo en Ferrocarriles (Railway Labor Act), por ejemplo. Tanto empleadores como empleados de empresas del sector público, se amparan bajo la Ley de Relaciones Laborales del sector Federal (Federal Service Labor-Management Relations Act), la que a su vez es administrada por la autoridad federal.