Economía Mundial

La crisis griega supone un punto de partida para un nuevo ciclo en el que la imposibilidad de asumir las deudas contrídas, supondrá la caída de los sistemas financieros.

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La crisis griega ha marcado un punto de inflexión en la economía mundial.

La vulnerabilidad de un sistema económico que simplemente, no da más de sí, se pone de manifiesto indicando –una vez más- que la especulación y el abuso derivan en desequilibrios de las variables económicas y con ellas desequilibradas el restablecimiento del sistema y la senda del crecimiento es imposible de lograrse.

Las deudas asumidas por los estados, no son más que una consecuencia de años basados en la especulación del crédito que –tras el estallido de la burbuja y el recuerdo de Lehman Brothers- han derivado en un escenario en el que son las tasas de desempleo las que ponen el freno a la recaudación de ingresos por parte de los gobiernos. Una recaudación fundamental si se quiere comenzar la reducción de los déficits públicos.

Se tema de nuevo un escenario como el que se vivió al estallar la que ha sido bautizada como la crisis global del siglo XXI y la pregunta es ¿Por qué?... de donde viene el temor, si la situación actual es cada vez más desoladora.

Las agencias de calificación del riesgo castigan a los países más damnificados en un alarde de poder y con la clara intención de generar pánico, un pánico que servirá a los grandes capitales para seguir beneficiándose de las alzas de las primas de riesgo, la especulación no desciende.

La crisis actual amenaza la estabilidad no sólo de Europa que históricamente ya cuenta con una tradición aprendida de fragmentación, sino lo que es más importante, con la ruptura de todo el sistema financiero.

Las políticas monetarias que se ponen en marcha, no son más que parches para salvar una situación en la que cada día cuenta, sin que se observe una proyección futura.

Grecia es la antesala de España y Portugal, pero no son los únicos problemas a los que se enfrenta la economía europea y, también aunque en menor medida, la economía estadounidense.

Una de las principales razones de la inestabilidad que se vive actualmente, es la misma que viene vaticinándose desde el comienzo de la crisis por expertos y analistas. La prohibición de instrumentos que fomentan la especulación, el desequilibrio en el reparto de riqueza y el abuso de los grandes capitales, es absolutamente fundamental para frenar esta escalada de destrucción del sistema financiero quien, no se debe olvidar, es uno de los máximos responsables del correcto funcionamiento de la economía

Los derivados de incumpliendo crediticio, los CDS constituyen uno de los instrumentos financieros más peligrosos para la situación actual y los inversores siguen apostando por ellos para blindarse frente al incumplimiento de pago de las deudas asumidas por las economías más damnificadas.

Los inversores han iniciado una suerte de apuestas a favor del impago de economías como la española, la italiana e incluso la economía del Reino Unido.

Actualmente, los impagos del crédito público se han producido en países emergentes, sin embargo, la caída de los precios ha abierto la veda y ahora, las economías más desarrolladas han comenzado a mostrar su falta de recursos para mantener la espiral crediticia. Grecia no ha sido más que la primera de una serie de incumplimientos que pueden comenzar a generarse en las próximas semanas.

La razón es simple: no hay dinero para seguir haciendo frente a las deudas y éstas no sólo no disminuyen sino que siguen incrementándose. Una ola de impago que afectará a economías como Japón e incluso, Estados Unidos.

Los estados no recaudan los ingresos que necesitan y las tasas de desempleo siguen en aumento vertiginoso. La situación económica se torna más compleja a medida que pasan los días y los organismos encargados de velar por el equilibrio de las variables económicas, permanecen impasibles, mientras ya se comienza a dudar que las ayudas para Grecia sean una solución al elevado nivel de deuda de Grecia teniendo en cuenta la situación del resto de las variables macroeconómicas del país heleno.

Un punto de inflexión en la historia. La economía del planeta se resiente y las salidas de emergencia aún permanecen ocultas