La importancia del crédito en el mundo financiero

Un buen nivel de crédito es importante actualmente debido a que es sinónimo de confianza y credibilidad para cualquier cosa que se necesite emprender con apoyo financiero.

Crédito Financiero
Crédito Financiero - Conseguir Financiamiento

“Quien no tenga crédito está perdido, no existe o simplemente es una persona poco fiable”, a ese nivel de importancia es hoy visto el crédito que tenga una persona, ya que en el mundo en que nos desenvolvemos no hay alternativa más perfecta que tener un buen nivel de crédito o historial crediticio para demostrar que se es confiable y resultar creíble para cualquiera de las cosas que se quiera emprender en lo financiero.

Quienes no dispongan de crédito seguramente entienden mejor el concepto que se intenta dejar en claro en el presente artículo, por ello el primer paso comienza al iniciar una cuenta en alguna entidad bancaria, pero si no hay antecedentes crediticios ¿Cómo hacerlo? Lo que se debe hacer es un recorrido por todas las entidades disponibles y luego un análisis de los requisitos que piden como condición para abrir una cuenta, muchas entidades financieras no piden depósito mínimo y ni siquiera tienen costos de mantenimiento.

El objetivo para quien no tiene crédito, pero quiere tener uno, es demostrar responsabilidad en el mundo financiero, por ello es posible abrir una cuenta de ahorro (saving account), donde es posible organizar las finanzas personales e ir haciendo un historial interesante.

Una cuenta corriente se asocia convencionalmente a la posibilidad de contar con chequera, pero ello no siempre es así, por lo que corresponde al interesado revisar qué banco ofrece un mejor servicio conforme sus necesidades. Como recomendación se puede decir no conviene irse a los bancos más grandes, para comenzar es una buena idea visitar los más pequeños.

Cuando por fin se obtenga la preciada cuenta, acceder a tarjetas de crédito como Visa y Master Card es el inicio de una nueva vida desde el punto financiero, aunque también puede ser una catástrofe para quienes no saben cómo controlar el acceso al crédito, por lo que el mejor consejo es “no gastar más de lo que se puede pagar según el ingreso mensual real”.

Tarjetas prepagadas

Las tarjetas de crédito pre-pagadas pueden ser todo un éxito para quien desea gozar del beneficio de comprar en Internet o distintos comercios asociados al sistema de compra en línea. El modo de funcionamiento es sencillo, se carga una cantidad determinada, 200 dólares por ejemplo, y se utiliza hasta que se agota el monto. Depositar en la cuenta y utilizar la tarjeta, es un hábito que deberá practicarse por un tiempo para conseguir llamar la atención de los ejecutivos y seguir con el siguiente nivel de crédito.

Si bien es cierto se puede comenzar con 200 dólares, idealmente se puede ir depositando cada vez más hasta que luego llegue una oferta por tarjeta de crédito convencional, es decir no de pre-pago. No se deben desestimar aquellas tarjetas de gasolineras o cadenas de negocios, ya que gracias a ellas se puede también demostrar un nivel de responsabilidad interesante.

La estrategia del certificado de depósito

Quienes realmente deseen obtener un nivel de crédito interesante, pueden utilizar la estrategia del certificado de depósito, es decir, entregarle al banco una determinada cantidad de dinero ahorrado, $1,000 por ejemplo, y presentar el certificado como garantía de la cantidad de dinero que se quiera pedir ($800 por ejemplo). Una vez concedido el préstamo de dinero, no se usa el dinero, pero sí se deposita en una cuenta de ahorro para ir cancelando en las cuotas debidas y terminar pagando antes de tiempo. Esta estrategia es aconsejada por Julio Velis, Director para el mercado hispano de Estados Unidos de inversiones Charles Schwab.

Cuando ya se hayan seguido metódicamente los pasos anteriores, lo siguiente a realizar es solicitar un informe crediticio (Credit Report), el que puede ser obtenido de empresas como Equifax, Experian y TransUnion en Estados Unidos.

Es aconsejable pedir uno de estos informes al menos una vez año, ya que hay veces en que se suelen incluir datos erróneos que necesitan una corrección. Cuando ya se tenga la costumbre de seguir una rutina como esta, las tarjetas de crédito y ofertas de crédito llegarán todos los meses a golpear la puerta en busca de ser aceptados.