El dólar sube en Latinoamérica, sufre la bolsa de New York y nadie sabe de Grecia

Los nervios se concentraron en las declaraciones del Gobierno alemán, al hacer un anuncio público de que prohibiría algunas ventas, es decir, la especulación.

El dólar ha logrado un repunte en Latinoamérica y los bancos privados han mostrado una tendencia a la compra de la moneda verde.

Uno de los principales repuntes que tuvo el dólar fue en Brasil, donde se miró con mucha atención, ya que el alza de la moneda verde favorece notoriamente al sector exportador. En el país brasileño la moneda se apreció más de un 3%. Los operadores se mostraron sumamente satisfechos.

En otros países latinoamericanos el repunte no fue de tal magnitud, sin embargo se mostró siempre con tendencia al alza.

La bolsa en New York continúa en caída

La eurozona continúa dando severos dolores de cabeza a la bolsa en Nueva York. Se vivió otra semana de nervios e incertidumbre, los temores de que la crisis se acreciente y pueda afectar globalmente la economía siguen latentes.

La caída del Down Jones fue de un 4.2%. Cayó un poco más que el cierre del viernes. La otra caída fue del Nasdaq, quien decayó un 5%. El S&P tuvo una caída del 4.23%. A pesar de las bajas ya enumeradas, los nervios se concentraron en las declaraciones del Gobierno alemán, al hacer un anuncio público de que prohibiría algunas ventas, es decir, la especulación.

¿Qué sucedió con Grecia?

A pesar de que el Gobierno promete una recuperación, y que con las medidas adoptadas se saldrá adelante, dadas las perspectivas y la forma en que se ha manejado el problema por el Gobierno Griego, los analistas creen firmemente que es inexorable que Grecia no pueda cumplir los compromisos asumidos. Lo anterior conllevará a un alejamiento del euro, hecho que ya había sido anticipado por Alemania antes de la ayuda financiera de la Unión Europea.

El problema de Grecia es la falta de seriedad con que es vista por los inversores, pues no se ha destacado por una línea de compromiso fiscal a lo largo de este tiempo, pues el desenlace de esta crisis se veía como algo inevitable por parte del mismo Gobierno.

El desligarse del euro también es una afrenta tremendamente riesgosa, aumentaría la inestabilidad y sólo generaría una ola de retiros de capitales dejando a la economía destruida. De todas formas, a ninguno de los socios europeos le sirve un desmoronamiento de la economía griega, ya que generaría un efecto adverso en otras economías, lo que podría escalar a dimensiones impensadas.