Fumar en el trabajo, ¿qué dice la ley?

El número de países que limitan o prohíben del todo el consumo de cigarrillos en los sitios de trabajo, aumenta cada día

Fumar en el trabajo, ¿qué dice la ley?

Desde que el hábito de fumar se consolidó como una de las industrias más lucrativas del mundo, se han dado muchos cambios en cuanto a la concepción del acto de fumar, sus implicaciones, así como las leyes que pretenden controlar la venta y consumo de cigarrillos.

En sus inicios, el cigarrillo era una elección predominantemente masculina, para luego convertirse en símbolo de madurez, y de liberación femenina. No existía ningún tipo de regulaciones, más allá de aquellas de carácter económico, que aplicaban impuestos a las empresas procesadoras de tabaco.

Cambios radicales en las políticas de salud pública

En la actualidad, se han dado cambios profundos, que pasan por los valores individuales y colectivos, y una conciencia mundial orientada a la preservación de la vida, la conservación del medio ambiente, y una cruzada contra todo acto que genere contaminación.

Como parte de ese nuevo movimiento social, el cigarrillo es catalogado entre los productos que deben ser erradicados, o al menos controlados por nuevas políticas en materia de salud pública.

La mayoría de los países están modificando sus leyes, para adaptarlas a esta nueva realidad, como es la lucha antitabaco, sin embargo, aun no existe una unificación de criterios al respecto, de manera que las normativas varían sustancialmente en unos y otros países.

La Organización Mundial de la Salud, clasifica al humo de tabaco, como un elemento cancerígeno que provoca, además, otras alteraciones de la salud como enfermedades cardíacas y fetales.

Cuatro décadas de acciones contra el cigarrillo

Sin embargo, el tema no es novedoso. En 1970, durante el mandato del ex presidente Richard Nixon, Estados Unidos aprobó la primera ley antitabaco, que restringía el consumo, y obligaba a las tabacaleras a advertir acerca de los daños causados a la salud, en los propios empaques de los productos.

En el 2005, se eliminaron las palabras “bajo en nicotina” y “ligero”, además, se prohibió el consumo de cigarrillos en el trabajo, y la publicidad en los medios masivos de comunicación.

El empleo de fotos demoledoras de daños físicos, se incluyó también como medida preventiva, a la que se sumaron otros países como Bélgica, Canadá y Reino Unido.

Campañas mundiales

Entre los cambios que se comienzan a aplicar a escala mundial, está la protección de los fumadores pasivos, es decir, de las personas que no consumen cigarrillos, pero se ven afectadas por el humo expelido por los fumadores, y en segundo lugar, está la prohibición de fumar en los lugares de trabajo, pues se ha comprobado que el simple hecho de dividir las áreas de un mismo local o edificio, en espacios para fumadores y no fumadores, tampoco es una solución, pues el humo penetra fácilmente cualquier estructura, aun abriendo ventanas, o utilizando sistemas como extractores u otros dispositivos de ventilación.

Luego, están una serie de medidas generales, que casi todas las legislaciones incluyen paulatinamente, en la cruzada de combatir el consumo de tabaco y sus efectos, por ejemplo:

Prohibición de fumar en:

  • Dependencias públicas
  • Lugares cerrados
  • En presencia de menores de edad y mujeres embarazadas
  • En centros deportivos
  • En lugares recreativos como parques y plazas

Nuevas leyes

Según las tendencias mundiales, las empresas tienen la obligación de proporcionar áreas de trabajo sanas y seguras, y la omisión de estas disposiciones las hace responsables de la salud de los trabajadores. La disposición más común en casi todas las legislaciones en materia laboral, es la siguiente:

Se prohíbe fumar en establecimientos cerrados, sean públicos o privados. En los espacios abiertos de dichos establecimientos, se designará un área especial para fumadores, alejada de los edificios y demás instalaciones

Las normativas específicas sobre permisos para salir a fumar, sanciones y otras disposiciones, por el momento quedan a criterio de los empresarios, sin embargo, el hecho de que sean éstos responsables ante la ley de los problemas de salud de los trabajadores que están expuestos al humo del cigarrillo, ha hecho que la mayoría de las empresas, prohíban en un 100% el consumo de tabaco en sus instalaciones.

Nuevas formas de discriminación

Otro punto importante es la contratación de personal. No se contempla en ninguna reforma, que las empresas puedan rechazar a los fumadores que optan por un puesto de trabajo. De hecho, en algunos países como España y Argentina, se han presentado gran cantidad de denuncias en ese sentido, y las empresas son sancionadas por aplicar políticas discriminatorias.

La Organización Internacional del Trabajo, OIT, expuso a través de un informe que se están dando nuevas formas de discriminación, y una de las principales atiende a esta materia: "no existe una línea divisoria entre la normativa del empleados y la libertad de las personas de elegir cómo vivir".

Según el organismo, en Estados Unidos hay empresas que sencillamente no contratan fumadores, y llegan incluso a penalizar a empleados ex fumadores, con aumentos en las cuotas de seguros. En once estados de ese país, se contemplan diferencias en los precios de las pólizas, dependiendo de si las personas son o no son fumadoras. Esta práctica es extensiva a casi todas las empresas aseguradoras.

No hay vuelta atrás

En general, las políticas orientadas a controlar el consumo de tabaco en los centros de trabajo, son aceptadas por la mayoría de las personas, incluso muchos fumadores, pues se entiende que el propósito no es otro que garantizar espacios libres de humo y ayudar a disminuir el consumo a nivel mundial.

Es seguro, que aun cuando se evidencia una tenaz resistencia en algunos sectores, con el tiempo la normativa se irá consolidando en las políticas públicas y en la vida en sociedad, que desde ahora evidencia un cambio profundo en el trato que se dispensa a los fumadores, y a todo lo relacionado con el consumo de tabaco.