El Dream Act 2010 fue rechazado por demócratas y republicanos

Dream Act 2010 rechazado

La esperanza de miles de estudiantes indocumentados, quienes fueron traídos a Estados Unidos cuando eran menores de edad, de obtener un estatus migratorio legal se vio truncado una vez más debido al rechazo del senado norteamericano.

Con una votación de 55 votos a favor y 41 en contra, el Dream Act fue rechazado nuevamente, matando de esta forma la esperanza de legalización para los aproximadamente 2 millones de jóvenes indocumentados.

De acuerdo con las normas de votación del senado, el número de votos requeridos para pasar la medida fue de 60 de los 100 existentes. De los 55 votos a favor, 52 vinieron de senadores demócratas, y los 3 restantes fueron provistos por los senadores republicanos:

  • Robert Bennett (D-Utah)
  • Richard Lugar (D-Indiana)
  • Lisa Murkowski (D-Alaska)

Por su parte los demócratas liderados por el senador de Nevada Harry Reid, quien prometiera la introducción del Dream Act durante su reciente campaña de reelección, y el senador de Illinois Dick Durbin también contaron con 5 votos en contra del Dream Act. Los senadores demócratas que votaron en contra de la iniciativa fueron:

  • Ben Nelson (D-Nebraska)
  • Mark Pryor (D-Arkansas)
  • Jon Tester (D-Montana)
  • Max Baucus (D-Montana)
  • Kay Hagan (D-North Carolina)

El senador demócrata de West Virginia, Joe Manchin, no voto por atender una fiesta de navidad.

De otro lado, la oposición en contra del Dream Act fue liderada por el senador republicano del estado de Alabama, Jeff Sessions, quien mencionara “esta es una ley de amnistía porque provee cada beneficio posible, incluyendo ciudadanía, a aquellos que están en el país ilegalmente”.

En los diez años transcurridos desde la creación del Dream Act en el 2000, la propuesta ha sido discutida en 12 oportunidades. Más recientemente, el 8 de diciembre el proyecto de ley HR5281 fue votado en la Cámara de Representantes donde obtuvo 216 votos a favor frente a 198 en contra.

Posteriormente la propuesta de ley HR5281 fue sometida al senado, donde el senador demócrata de Nevada, Harry Reid, solicitó la moción llamada “cloture” para que la votación del referido proyecto se lleve a cabo inmediatamente el sábado 18 de diciembre antes del término del año legislativo.

Pero las esperanzas de los jóvenes “dreamers” fue truncada, no solo por la oposición de la bancada republicana, sino por la falta de apoyo y consenso dentro de los propios demócratas, quienes si bien es cierto no gozan de la mayoría absoluta, pudieron haber alcanzado los 60 votos si todos los senadores de su bancada hubiesen votado a favor del proyecto ya que contaban con 3 votos republicanos adicionales.

Lo ocurrido en materia migratoria en el senado norteamericano es una clara señal de la falta de iniciativa y liderazgo por parte del presidente Obama en cuanto a materia migratoria se refiere, muy a pesar de las promesas realizadas durante su campaña electoral del 2008, donde prometió pasar una reforma migratoria en el primer año de su mandato. A esto se une la fallida estrategia que la Casa Blanca ha venido implementando al destinar recursos para reforzar y militarizar las fronteras mientras que incremento el número de deportaciones de inmigrantes indocumentados alcanzando la cifra record de 800 mil deportaciones en lo que va del presente mandato.

El representante demócrata de Illinois, Luis Gutierrez, refiriéndose a la estrategia de la Casa Blanca dijo “esta estrategia no ha traído frutos de ningún tipo. La administración ha liderado unilateralmente la marcha en enforzamiento de la leyes, sin embargo la otra parte [republicana] no ha dado una pequeña muestra de compromiso”.

Las posibilidades de una reforma integral o la aprobación del Dream Act en los próximos 2 años es casi inexistente debido a los cambios en la composición partidaria tanto en le cámara de representantes, donde los republicanos capturaron la mayoría, y el senado, donde los demócratas no contarán con los 60 votos requeridos. Si a esto se le agrega la implementación drástica de las leyes de deportación por parte del gobierno, más el clima anti inmigrante que pulula en la sociedad norteamericana, incluso entre propios latinos, los siguientes años serán de ardua lucha para la comunidad latino inmigrante en Estados Unidos.