Errores con las tarjetas de crédito

Las tarjetas de crédito son una buena herramienta de inversión, pero cuando no se les sabe ocupar provocan serios desastres económicos

Las tarjetas

Son muchos y muy variados los errores que, en tiempos de escasa liquidez, pueden cometerse con las tarjetas de crédito, lo que acarrea como consecuencia la pérdida de un buen historial de crédito, el que se consigue gracias a varios años de buen comportamiento financiero. Para evitar que un mal momento económico o la falta de responsabilidad y control del gasto, deriven en la asunción de un nivel de endeudamiento peligroso para su economía, señalamos algunos errores comunes en el uso de las tarjetas de crédito.

Es importante recordar que, las tarjetas de credito se encuentran en la tranición de un período de gran inestabilidad, lo anterior gracias a la gran morosidad y sobre endeudamiento de los usuarios en la ùltima gran crisis económica, cuestión que nos llama a reflexionar de forma obligada respecto de las nuevas normativas que ordenan su uso, las que establecen una delgada línea que separa a una economía sana, con historial de crédito limpio, de una situación de caos producto de la morosidad y sobre endeudamiento que destruya la estabilidad del sistema.

Errores habituales

Con independencia de su historial de crédito e independientemente de su liquidez financiera, muchos se dejan llevar por ese "animalito" interno que no hace otra cosa más que incitar al consumo y al endeudamiento, razón por la que resulta interesante analizar otros puntos de vista - en el control y administración de los recursos- que aportaran experiencia y contribuiran una recomndacion válida para manejar el nivel de deudas que se contraen.

Fórmese

Es muy importante que, en los tiempos que se viven, se conozca un informe sobre el estado real de las economías, deudas del los gobiernos, tasas de desempleo, situación del sistema financiero, datos de producción, crecimiento y tejido empresarial. Únicamente accediendo a la información, adquirirá la formación financiera que necesita para no dejarse llevar por la tentación de salir de un apuro y/o adquirir cosas que desea, pues la disposición de una tarjeta de crédito genera una fantasía económica en quienes tienden, naturalmente, a tratar de desarrollar un estado de saciedad material importante, transformándose finalmente el acto de comprar en un problema por las tasas de interes.

Las tarjetas de crédito son dinero virtual, pues en ellas se disfrazan -bajo una apariencia de estatus y poder- posibilidades infinitas de conseguir en poco tiempo, lo que sin ellas resultaría imposible, despertando además sentimientos de libertad financiera que, posteriormente lamentará. Nunca ha sido una buena máxima en economía y finanzas, pagar una deuda con el dinero de otros.

Nunca acumule más de una tarjeta de crédito

Es más que frecuente poseer dos o tres tarjetas de crédito de diferentes entidades y con prestaciones distintas, reminiscencias de una época a crédito en la que “no había por qué preocuparse”.

No debe olvidar que las tarjetas de crédito llevan implícito el cobro de cuotas por conceptos tales como la emisión, mantenimiento y, en algunos casos, llegada la fecha de vencimiento, su renovación, cosa que se ve además traducida en el tipo de interes aplicable.

Adicionalmente, y aunque no las utilice, su historial de crédito abre una arista a la inseguridad de los prestamistas, ya que usted tiene la posibilidad de sobre endeudarse, siendo ahora un sujeto de crédito atractivo para la banca y, también, en una opción arriesgada para los otros.

Tasas introductorias

Precaución, es importante estar atento a las tasas que regiran una vez que la tasa introductoria finalice. Habitualmente la tasa de interés puede estar entre el 18% y el 20%, siendo cobrada después de medio año de haber finalizado la tasa introductoria.

Lea las condiciones de la tarjeta en lo relativo a los intereses, comisiones y cargos por todos los conceptos, así como también aplicaciones de las tasas introductorias. Aprenda en qué tipo de operaciones se aplica dicho interés y cuales no rigen bajo este parámetro. No ignore el clausulado de su contrato, pues allí está la clave de las sorpresas –desagradables - cargos e intereses en su tarjeta de crédito.

Una tarjeta adecuada a sus necesidades

Busque el tipo de tarjeta que se adapta a sus necesidades, tarjeta con programa de puntos, tarjeta con bonificaciones de efectivo, tarjeta para estudiantes, tarjeta precargada, tarjeta recompensas, etc.… cada una de ellas está pensada para satisfacer las necesidades particulares de los clientes, englobe las suyas en la categoría adecuada y, aunque habitualmente los emisores y comercializadores de tarjetas de crédito pondrán orientarle, sepa que su trabajo es lograr captar más ingresos, por lo que la preocupación sobre el tipo de tarjeta que le corresponde, debe partir de usted mismo.

Busque la mejor tasa de interés

Como en cualquier otro producto financiero, la tasa de interés es muy importante y debe saber que, cuanto más inestable resulte su viabilidad financiera, más elevada será la tasa que le apliquen, por lo que una de las tareas para cualquier persona responsable es calcular intereses aplicable según sea el caso.

Pague sus deudas al contado

Si comienza a pagar cantidades mínimas, llegará el momento en que necesite otra tarjeta de crédito, los intereses incrementarán sus pagos y mermarán su capacidad de ahorro, haciéndo de su liquidez mensual una fuente escasa de recursos.

Nunca se atrase

No existe mucha diferencia entre el no pago y el atraso, ya que las entidades ponen en marcha el contador de los interese desde el primer momento en que se produce el retraso del pago de lo debido. Evite caer en esta situación que puede suponer un auténtico temblor para su economía.

No exceda los límites

Nunca gaste más de lo que tiene asignado, pues el costo de hacerlo implica devolver lo solicitado más un interés, siempre y cuando no haya un atraso y concurran además los gastos provocados por la mora o retraso del pago debido.

Por último, convénzase que el mundo cambió, aprender a vivir con las necesidades básicas cubiertas y despojarse de la dependencia del crédito, como única forma de “crecimiento”, es fundamental en este nuevo ciclo que comenzamos.

Conclusiones

Usted es quien debe controlar sus finanzas, sólo a partir de ahí se estará en posición de comenzar a sanear las deudas, y ese es el objetivo final que debe perseguir cada uno. Utilice su tarjeta de crédito como un instrumento de comodidad y seguridad, pero no permita que se convierta en su verdugo tras un uso indiscriminado.