El debate presupuestario en la Unión Europea para el 2011 comienza, todo ello en medio de una economía tocada por la crisis, donde varios países buscan disminuirlo rápidamente.
La necesidad de conseguir financiamiento a largo plazo en la banca europea hace que la recuperación tiemble, Estados Unidos no ve con buenos ojos el riesgo y Europa sufre.
El Ibex 35 cae y rompe la barrera de los 8.800 puntos para situarse en los 8.600 puntos, comienza el miedo a encender las alarmas y España no se repone de la crisis
Sarkozy cree que hoy en día es inviable un retiro a los sesenta años, puesto que la calidad de vida ha aumentado. Los trabajadores temen que el gobierno francés se mimetice demasiado con su par de Alemania, que con metas financieras ha aumentado la edad de jubilación a sesenta y siete años.
El euro sigue sin estabilizarse, los gobiernos menos preparados como Grecia, Portugal y España viven una gran crisis, por lo que se comienzan a tomar medidas drásticas.
Ante el miedo de desplome de alguna economía, los expertos creen que este plan de recuperación no tiene otra finalidad más que ser una muestra de buena voluntad, ya que en efecto sólo se trata de parches.