Consejos para elegir un asesor financiero

Las asesorías son servicios de gran utilidad cuando provienen de expertos, y en el plano económico, pueden ser el motor que impulse el crecimiento, desarrollo y expansión de los negocios personales

Consejos para elegir un asesor financiero

Escoger a un profesional que ayude a manejar las finanzas, es un paso muy importante y debe analizarse muy bien antes de tomar una decisión, pues un asesor puede conducir sus negocios al éxito, o canalizar sus esfuerzos y logros por el camino equivocado. Antes de buscar hacerlo puede considerarse incluso si es realmente necesario, o si los asuntos económicos no ameritan mayores intervenciones que aquellas que se pueden aplicar personalmente. De requerirse efectivamente, tome en cuenta la siguiente guía de pasos para contratar la asesoría a la medida de sus finanzas.

1. Determine qué tipo de ayuda busca

Entre los profesionales hay quienes se enfocan en la planificación financiera global, con diseño y elaboración de presupuestos y establecimiento de metas. Otros se dedican a la gestoría de activos y son los indicados para brindar recomendaciones de inversión. Hay quienes prestan ambos servicios, es decir, una asesoría integral, explica Susan John, quien preside la Asociación Nacional de Asesores Financieros Personales. Las personas que atraviesan circunstancias especiales, como un familiar con algún padecimiento crónico o genético, pueden contar con especialistas en estos casos.

2. Sea exigente

Reciba varias propuestas y analícelas a través de entidades como la Reguladora Autorizada de la Industria Financiera, que publican una base de datos, o el sitio Exchange para asesores de inversiones registrados. Pregunte entre sus conocidos pero no se conforme con recomendaciones, las credenciales también son importantes. Los títulos de Analista Financiero Certificado o de Planificador Financiero Certificado indican que estos asesores pasaron un estricto proceso de formación y evaluación. Otro tipo de credenciales no garantizan el nivel de profesionalismo idóneo.

3. Establezca claramente la forma de pago

Existen varias maneras de cobrar las asesorías financieras. En casos como proyectos de cierta envergadura, se pueden establecer comisiones, y habría que redactar un contrato de obligación fiduciaria que obligue a colocar los intereses del cliente antes que cualquier otra condición. Otra forma de pagar los honorarios es haciendo un pago único, basándose en el cálculo por horas de asesoría, o en porcentajes sobre los activos que se gestionarán, el promedio común es del 1%. Un punto importante a determinar es si el asesor recibirá sólo el pago se su cliente, o también obtendrá dividendos de los proveedores de productos financieros. El sitio www.sec.gov, registra a los asesores de inversión con una obligación fiduciaria hacia el cliente.

4. Verifique las referencias

Un profesional responsable proporciona la información necesaria sobre su desempeño, con una lista de clientes entre otros documentos, que permitan verificar sus antecedentes como asesor, según Liz Davidson de Financial Finesse, especialistas en educación financiera y colaboradora de Forbes.com.

5. Asegúrese de contar con un servicio a su medida

Un profesional que lleve una cartera con inversiones promedio de 3 millones de dólares, no dispondrá de mucho tiempo para atender cuentas por el orden de 300.000 dólares. Es preferible consultar con asesores que se manejen en el rango apropiado, pues pueden estar en mejor disposición de comprender las necesidades y expectativas del cliente.

Seguridad y confianza son imprescindibles

Por último, cuando se ha tomado la decisión de contratar un asesor, deben plasmarse en un documento las condiciones y acuerdos; por parte del cliente, qué espera de su asesor, y por parte del profesional, el ámbito de la asesoría y las responsabilidades con el cliente, así como la forma de pago fijada por ambas partes. Mientras más conocimientos financieros tenga la persona que contrata, más posibilidades habrá de sentirse confiado y de que pueda entenderse con su asesor. Si por alguna razón algo no está funcionando, o se presentan dudas, hablar a tiempo y anular un contrato puede evitar consecuencias financieras impredecibles.