Protestas hieren de muerte al turismo

La época de fin de año era muy esperada por aquellos emprendedores que viven del turismo. Nos referimos a hoteles, hospedajes, agencias de viaje, artesanos y taxistas. Gente modesta que vive del negocio u oficio propio. No hablamos de grandes magnates, de esos a los que los seguidores del expresidente Pedro Castillo tanto odian. Hablamos de peruanos que, lejos de estirar la mano para que el Estado les regale cosas, deciden esforzarse e invertir lo poco que tienen para labrar un destino para ellos y sus familias.

A estos peruanos, a este pueblo trabajador, los vándalos y delincuentes que saquearon e incendiaron el sur estos últimos días les escupen en la cara. No les interesa las verdaderas demandas de la ciudadanía, solo preservar una nefasta ideología empobrecedora.

Prueba de ello es que los desmanes de los que hemos sido testigos en estas semanas ya generaron un deterioro en la imagen del país y también han herido de muerte al turismo peruano que por estas fechas solía vestirse de gala para recibir a miles de visitantes por las fiestas de fin de año.

Este 2022 eso no será posible. Juan Stoessel, director de ComexPerú y CEO de Casa Andina Hoteles, sostuvo que se están recibiendo muchas cancelaciones de turistas que pensaban visitar el Perú los primeros días de enero, lo que le ocasionaría al país una pérdida de cientos de millones de soles.

Por su parte, Sergio Rivas, vicepresidente de la Asociación Peruana de Hoteles, Restaurantes y Afines (Ahora Perú), afirmó que se han cancelado también reservas de alojamiento y eventos; además de que las comunicaciones con Cusco y Arequipa se vieron afectadas.

El ministro de Economía, Alex Contreras, dijo que las paralizaciones generan pérdidas entre S/60 y S/100 millones diarios para el país.

Siguiendo con el recuento de los daños, Aeropuertos Andinos del Perú (APP), concesionaria del Aeropuerto Internacional de Arequipa, informó que las afectaciones a la infraestructura por parte de la turba delincuencial ascienden a un costo de un millón y medio de dólares, a lo que habría que sumar la cancelación de 36 vuelos diarios.

La Cámara Nacional de Turismo (Canatur), manifestó que se viene recolectando información sobre las pérdidas ocasionadas, las cuales se centraron más en la zona sur del Perú, en ciudades como Cusco, Arequipa y Puno.

Estas pérdidas, como es de esperarse, se verán reflejadas en los ingresos de pequeños emprendedores como son las bodegas, los guías de turismo y los artesanos, quienes viven por y para el turismo.