Libertad financiera clave de la recuperación económica

Libertad financiera

Tiempos convulsos en las economías, tiempos de cambios estructurales en los hábitos de la sociedad, tiempos en los que, lograr la libertad financiera se convierte en "El Dorado" del siglo XXI. Un dorado buscado y perseguido que conlleva un cambio tan drástico que, en ocasiones, parece una situación completamente inalcanzable. No, no es fácil, sin embargo merece la pena intentarlo.

¿Por dónde empezar?

Hoy, a diferencia de los años precedentes en los que el crecimiento económico y la vida a crédito tenían a las sociedades en el pedestal del “todo vale”, la tendencia actual es sobrevivir. Una supervivencia que se basa en la libertad como premisa fundamental.

Las sociedades de consumo han dado paso a una nueva tendencia en la que el emprendimiento, la autosuficiencia y la vuelta al trueque como forma de orden social, va ganando terreno poco a poco dejando atrás una forma de vida que, se ha comprobado fehacientemente que no da para más

La libertad financiera es mucho más que una partida de gastos en la que los ingresos son un porcentaje mayor que los gastos, es una forma de vida. La libertad financiera consiste en depender exclusivamente de lo que se produce y, con ello, cubrir las necesidades de la vida cotidiana.

En términos estrictamente económicos, la libertad financiera es la situación en la que se cumple una sencilla fórmula: Ingresos > Gastos.

Ahorro e inversión: Claves de la libertad

Para comenzar a caminar hacia la tan ansiada libertad, se debe analizar en primer lugar la economía doméstica. Cualquier atisbo de endeudamiento debe ser minimizado e idealmente, suprimido a fin de no contar con obligaciones crediticias supeditadas a la situación global.

Una vez reducido y/o eliminado el endeudamiento, la siguiente fase consiste en incrementar el ahorro. Para ello, es conveniente realizar un análisis exhaustivo de las partidas que componen la cuenta de gastos de la economía familiar. Aquí, en este apartado, es muy importante saber que para incrementar la capacidad de ahorro, existen dos alternativas viables; bien se realiza a través de una reducción de la partida de gastos o bien, se realiza a través de un incremento en el nivel de ingresos.

Si bien es cierto que incrementar el nivel de ingresos inmersos en una crisis global que se centra en las altas tasas de desempleo como principal hándicap para la recuperación, resulta complejo, es bien cierto también que, es en este punto del camino es donde adquiere una fuerza especial el emprendimiento.

El emprendimiento permitirá incrementar el nivel de ingresos que, en el escenario planteado, es lo mismo que decir que se ha logrado establecer una capacidad de ahorro y se está preparado para pasar a la siguiente fase. .

La inversión, un término amplio y extenso en lo económico y en lo vital, la inversión de los ahorros para lograr un rendimiento, combinación financiera perfecta para alcanzar la tan ansiada libertad financiera.

Conclusiones

Es importante tener en cuenta que, con independencia de la evolución de las economías, las medidas anticrisis de los gobiernos y/o las inyecciones de liquidez de los bancos centrales, cada ciudadano debe por si mismo, buscar el camino de su libertad financiera.

Esta búsqueda genera ciudadanos que se agrupan en pos de la consecución de un objetivo y, esos grupos van conformando mini sociedades que establecen nuevos órdenes económicos, nuevas libertades financieras y nuevas formas de convivencia. La recuperación económica tiene su clave en la libertad financiera, particular y global, de ciudadanos y de países.