Cambia el modo de entender la economía
Gracias al congreso social que celebran diversos países de Europa y Medio Oriente, se está intentando encontrar una variable al sistema económico actual.
Gracias al congreso social que celebran diversos países de Europa y Medio Oriente, se está intentando encontrar una variable al sistema económico actual.
La Red Europea de Economía Social y Solidaria intenta cambiar el enfoque con que se observa la economía, por lo que diferentes entidades sociales de Alemania, Marruecos, Egipto, Italia, Hungría, Portugal, Suiza y otros se encuentran en un congreso que terminará este sábado y trata temas tan importantes como es la financiación ética y el consumo responsable.
Al modo de ver de los plenipotenciarios presentes se debe comenzar a ver con otros ojos a la economía que se vive, pues el modelo en que nos encontramos encasillado no aguanta más y es preciso hacer reformas importantes ahora. Algunas de las cosas que se han identificado terminaron por asesinar al actual modelo económico mundial son la codicia y la especulación, donde las ganancias al corto plazo justifican el uso de todos los medios.
Los encargados de celebrar este congreso social han proclamado que poco a poco el mundo se ha sumado en una búsqueda de valores como la reciprocidad, solidaridad y la igualdad entre las personas. Algunas de las ideas que se han puesto sobre la mesa en este interesante congreso hablan sobre la generación de cooperativas para administrar de forma más directa el ahorro de los trabajadores, caso que se encuentra patente en los productores agrícolas de algunos países.
Algunos de los móviles que se han presentado como “reemplazo” del clásico ánimo de lucro son la “gestión democrática y participativa” de las instituciones financieras y la llamada “gestión de la propiedad colectiva”. A juicio de la experta en relaciones internacionales y cooperación Anna Fernández, el actual modelo económico se basa en la producción masiva, pero lo malo de ello es que éste afecta directamente los recursos naturales, por lo que hay un conflicto de intereses evidente, salvamos el planeta o consumimos más.
Algunas de las sugerencias entregadas van orientadas a cambiar los hábitos consumistas de las personas con espíritu crítico y la llamada “responsabilidad social”. En España se reconoce que la banca internacional tiene “esclavizado” al Gobierno, por lo que la única manera de salir adelante - por ahora - es hacer recortes sociales y ello siempre es negativo.