Reunión urgente de la ONU para discutir la situación de Libia
El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá el viernes para elaborar un plan que acabe con el derramamiento de sangre en Libia, donde las fuerzas militares se han enfrentado contra los manifestantes en las calles provocando cerca de 2000 muertes.
La ONU discutirá también una serie de sanciones aplicables sobre las autoridades libias involucradas en el violento enfrentamiento contra el levantamiento popular que pide que se vaya Muammar Gaddafi. Se espera la votación de una resolución para mediados de la semana siguiente.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, también se puso en contacto con los dirigentes de Francia, Gran Bretaña e Italia, a fin de acordar medidas urgentes contra Gaddafi y su violenta represión sobre el pueblo.
El canciller francés, Michele Alliot-Marie dijo que el proyecto incluiría un embargo de armas, sanciones financieras y una solicitud a la Corte Penal Internacional para acusar a los líderes de Libia por crímenes de lesa humanidad.
El ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Guido Westerwelle, agregó que su gobierno está pensando en una prohibición de viajar para la familia de Gaddafi y en la congelación de sus fondos en el extranjero.
Las acciones de los gobiernos extranjeros por el momento se están centrando en la evacuación de los cuidadanos libaneses que se encuentran en peligro en medio de los disturbios.
Gaddafi como Hitler
El dirigente de Libia, puso tropas alrededor de la capital, Tripoli, para reprimir las manifestaciones. Los habitantes de la zona se están manteniendo dentro de sus hogares y solo salen a la calle en busca de provisiones.
En su afán de mantenerse en el poder, luego de 41 años, el dirigente de Libia prometió aumentar los salarios en un 150%, los subsidios por alimentos y reorganizar las asignaciones familiares.
En una comunicación telefónica con la televisión estatal, Gaddafi culpó a Osama bin Laden por la rebelión del pueblo libio y dijo que los manifestantes se alimentaron con leche y Nescafé cargados de drogas alucinógenas.
También se comprometió a terminar con la revuelta y morir como un mártir en Libia, a diferencia de lo que hicieron los líderes de Egipto y Túnez, derrocados por el pueblo hace unas pocas semanas.
Personas cercanas al gobierno de Gaddafi dijeron a los medios que piensan que el dirigente "puede hacer lo que hizo Hitler" y acabar con su propia vida si se ve acorralado.
No cabe duda de que se trata de la peor estrategia para calmar al pueblo y retirarse del poder, una decisión que ni la locura o la impunidad podrían avalar.
Hay pruebas de que fue Gaddafi quien dio órdenes a las tropas militares de Libia de atacar y disparar contra los manifestantes en varias ocasiones.
Ante esto, varios ciudadanos han comenzado a conseguir armas. Tawfik al-Shohiby, uno de los llamados rebeldes, dijo que durante los primeros días de la revuelta compró 75.000 dólares en armas automáticas en la frontera con Egipto y las distribuyó entre los grupos de ciudadanos.
Con la amenaza latente de una brutal represión contra el pueblo libanés es necesario que los gobiernos extrajeros tomen una decisión urgente para brindar asistencia humanitaria y evacuar a los habitantes en peligro, dado que a situación se ha instalado como una guerra interna que debe detenerse de inmediato antes de experimentar las peores consecuencias.