La guerra del narcotráfico en México se agrava cada vez más

La situación en algunas partes de México se ha vuelto insostenible, las personas que viven en lugares de alto narcotráfico como Sinaloa, ya no quieren salir con sus vehículos por miedo a secuestros, a terminar muertos por la gasolina de los vehículos y a veces hasta decapitados, como ocurrió con tres personas que fueron descubiertas por la policía dentro de un auto que estaba completamente calcinado y con las cabezas sobre este en Angostura… ¿Encontrará algún tipo de límite esta situación?

Violencia en México y la Ley Arizona

La Ley SB 1070 ha provocado más que un encuentro desagradable entre estadounidenses e inmigrantes indocumentados, donde en medio de todo, los hispanos se complican por los alcances que puede tener una participación activa de la policía en la detención por “razonable sospecha”. Al otro lado de la balanza, la frontera mexicana plagada de violencia y llena de tráfico de drogas impide la libertad de las personas por la opresión de una actividad criminal desenfrenada que ve con muy buenos ojos llegar a Estados Unidos bajo cualquier medio ¿Qué hacer para proteger a Estados Unidos sin discriminar?

Es lamentable el tipo de noticias que se comentan en la frontera con Arizona, Nogales, donde el diario “Sonora” informó que en el 2010 ya van 131 asesinatos -incluyendo el hallazgo de dos cabezas-, cifra que contrasta con el total de homicidios del 2009 en la misma zona que llegaba a 135. Puede que hablar de “cientos” de muertes -sin llegar a doscientos- no sea demasiado para hacer referencia a una zona plagada de conflicto y narcotráfico, pero lo que realmente preocupa es ver como se desplaza la criminalidad organizada a ciudades cada vez más pequeñas, ejerciendo un control total, pues Juárez sin duda contempla un record negativo de narcotráfico y violencia con 2.600 asesinatos.

El turismo de Río Altar acabado por la violencia

Río Altar es una localidad rodeada de montañas, una zona desértica que atraía a un número interesante de turistas por sus iglesias, la pesca y un paisaje muy hermoso, sin embargo, eventos como el tiroteo del último jueves hacen que el sur de esta localidad acabe con cualquier esfuerzo por hacerla resurgir. Hace muy poco, la policía local encontró ocho automóviles llenos de armamento, los que supuestamente eran parte de un enfrentamiento por las rutas hacia Estados Unidos, para así trasladar drogas e inmigrantes.

Algunas personas de la localidad han declarado que aquello que comenzó como un problema puntual, ha terminado por motivar la salida de familias completas que han vivido por generaciones ahí, haciendo ver que es más práctico irse a echar raíces a otro sitio en vez de lidiar con una situación que ni el propio Gobierno puede controlar. “Nadie quiere estar entre Tubutama y Saric, ni los vendedores de bebidas, ni la compañía de electricidad… este cáncer acabó con todo”, aseguró uno de los residentes afectados.

Aunque la violencia excesiva no llega a Altar aún, a 15 millas de ella hay un espectáculo decadente de narcotráfico y temor, donde no quieren entrar los taxis, los hoteles han cerrado y dejó de ser “una parada en la frontera” para convertirse en un “turismo fantasmal y peligroso”.