Superángeles y el capital de riesgo, la nueva apuesta en el mercado
La inversión de los llamados fondos superangel ha aumentado, y con ello la reducción de posibilidad para los clásicos fondos de inversión de riesgo.
La inversión de los llamados fondos superangel ha aumentado, y con ello la reducción de posibilidad para los clásicos fondos de inversión de riesgo.
La competencia para el mercado de los inversionistas de riesgos se ha vuelto cada vez más reñida, ello debido a que los llamados “superángeles” han tomado un protagonismo especial en las empresas nuevas, consiguiendo hoy no sólo una participación más que meritoria, sino también exigiendo una cuota más grande que el de los clásicos capitalistas de la inversión.
Las reglas del juego han cambiado y los ganadores han sido las nuevas iniciativas empresariales que necesitan del financiamiento que muchas veces se les negó por falta de credibilidad o quizá por la disconformidad de alguno de dos de los tres principios básicos en los que se basa la inversión de capital de riesgo, la “idea” y el “equipo” que la desarrolla. Por lo general la participación de estos llamados “superángeles” se limita a un aporte de dinero que no alcanza a solventar el desarrollo de una empresa desde sus comienzos hasta la madurez – como sí lo hace un fondo de inversión en riesgos convencional – pero contribuye de muy buena forma a la puesta en marcha de una idea.
Aydin Senkut es uno de los llamados superángel. El ex ejecutivo de Google cerró una participación cercana a los 40 millones de dólares. A este tipo de fondos le sigue la iniciativa de Ron Conway con 20 millones de dólares y la de Chris Sacca de 8,5 millones de dólares. David McClure – ex ejecutivo de PayPal – está en la actualidad recaudando 30 millones de dólares para hacer un fondo tipo superángel y plantear una nueva inversión.
Para llegar a ser considerado un ángel o superángel, lo único que se debe hacer es invertir en nuevas empresas. Las inversiones van desde los 25,000 dólares hasta el millón de dólares, aproximadamente. La posibilidad de competir con los “peces grandes” del capital de riesgo es fabulosa, sobre todo cuando el riesgo recae sobre una cantidad razonable. Una conocida firma de inversión de fondos en capital de riesgo, Weathergage Capital, aseguró por medio de Judith Elsea (directora gerente), invirtió 250 millones de dólares en un fondo superángel, Senkut.
El gran problema para los inversores, del estilo de los superángeles, está en que el riesgo aumenta si se considera que se ha entregado todo a una sola firma. Hay inversionistas de riesgo tradicionales que han tenido que dejar de invertir muchas veces porque los propios inversores superángeles han solicitado una participación más amplia de lo normal, caso ocurrido a Redpoint Venture, donde Geoff Yang (uno de sus capitalistas de riesgo) cerró una inversión de 400 millones de dólares por no poder tomar una participación más amplia.
Hay algunas iniciativas de negocios que han recurrido a los fondos de riesgo y se han encontrado con la respuesta “es demasiado riesgoso”. En estos casos los llamados superángeles se encargan de gestionar el comienzo y mantenimiento de una empresa hasta que se afirma por sí sola.
Hoy en día las empresas dedicadas a la inversión de capital de riesgo a bajado notablemente, llegando a un tercio de lo que se observó el año 2000 (1.326).