Decir no al trabajo extra

Aceptar trabajo extraordinario puede resultar una forma de demostrar estamos compenetrados con lo que hacemos, pero también puede retrasar nuestra agenda y provocarnos un grave poblema.

Trabajo Extra
Trabajo Extra

Con todos los momentos de crisis que se han comenzado a vivir en el mundo, es factible que la compañía en la que trabajemos comience a despedir empleados y la fuerza de trabajo disminuya, caso en el que se nos encomendará la siempre complicada tarea de trabajar más de lo que habitualmente acostumbramos, lo que no es malo al convertirnos en personas más productivas, pero que hace necesario establecer límites claros sobre cuántos estamos dispuestos a entregar.

Cuando nos mostramos demasiado “proclives” a aceptar cualquier tipo de imposición relacionada con trabajo “extraordinario”, poco a poco los empleadores tienden a agregar más y más responsabilidades sobre la espalda al empleado hasta tornar la tarea en un imposible.

Es preciso tener en cuenta cuándo decir “no” a una determinada asignación antes de poner en peligro nuestra posición por abarcar más de lo que podemos.
A continuación expondremos algunas fórmulas para rechazar un trabajo extraordinario sin parecer perezosos o faltos de voluntad.

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¿Quieres que priorice esto por sobre mis obligaciones?

Esta es una de las típicas razones por las que debemos decir “no” a nuestro empleador cuando se nos quiere asignar trabajo extraordinario, pues cuando la parrilla programática está llena agregar una asignación más sólo empeora nuestro desempeño en todo lo que hacemos dentro del día, semana o mes.

Si se nos quiere asignar algo más, pero estamos completos, mediante esta pregunta nosotros podemos darle a entender que no tenemos tiempo para dar exclusividad al nuevo encargo, por lo que habrá que descuidar algo de lo que ya teníamos previamente asignado. Antes de rechazar algo, se debe tener en cuenta cuánto tiempo realmente tenemos disponible, de lo contrario daremos la impresión equivocada.

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No soy la mejor opción para esto

Habitualmente los empleados cuando se les quiere dar una asignación que saben excede sus capacidades, tienden a aceptarlo de cualquier forma como un “desafío”, aprovechando la oportunidad incluso para probar que pueden dar más de sí. No obstante lo anterior, el problema aquí está en que muchas veces esta nueva asignación conlleva a un error en la estimación del tiempo necesario para efectuarla, lo cual nos retrasa toda la agenda y así los proyectos pendientes.

En estos casos no hay que tener miedo de recomendar a un colega que esté cualificado por sobre nosotros, de esta forma estaremos demostrando a nuestro empleador que nuestra ambición no eclipsa nuestra capacidad de juicio y objetividad, por lo que es factible se nos den oportunidades para mejorar nuestras habilidades más adelante.

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Puedo hacerlo, pero no en la fecha estableciada

Puede que se nos ofrezca una oportunidad interesante, un proyecto que podría llevarnos a un ascenso si lo hacemos bien, pero que al mismo tiempo nos reporta el riesgo de hacerlo mal y retrasar nuestros demás compromisos ¿Qué hacemos? Lo mejor que podemos decir es “me interesa el proyecto, pero no alcanzaré a terminarlo en el tiempo establecido”. De esta forma nosotros demostramos al empleador que somos responsables, en primero lugar, y que además tenemos ganas de abarcar más pero de forma juiciosa.