Definición y teoría de laissez faire, laissez passer

La expresión francesa Laissez faire et laissez passer (dejar hacer, dejar pasar), usualmente describe la política económica de un gobierno que enfatiza la no interferencia en los negocios, las finanzas o la vida laboral de las personas.

Laissez faire laissez passer

El término es un principio de bienestar para la sociedad, que se refiere a la doctrina económica que parte de la necesidad que tiene un individuo para ejercer una acción libre, sin distorsiones ni obstáculos por parte del estado.

Origen

Pierre Samuel du Pont de Nemours (1739-1817), y Jean-Claude Marie Vicent de Gournay (1712-1759), son dos teóricos fisiócratas franceses, a quienes se les atribuye la frase “laissez faire, laissez passer”.
Los fisiócratas economistas, sugirieron en ese entonces, que el gobierno no tuviera interferencia en los negocios ni en la industria, y que su única intervención, debe limitarse a garantizar el orden público, la defensa nacional y el suministro de los servicios y bienes públicos, así como proteger los derechos naturales del hombre. Hoy en día, la expresión Laissez-faire, se considera un símbolo de la economía liberal, defendida por el capitalismo, de hecho, se utiliza para referirse al Capitalismo en estado puro.

Argumento teórico

El socialismo, el fascismo, el comunismo, el nazismo y el estado del bienestar, también llamado “economía mixta”, son sistemas en los que los derechos individuales no están protegidos. Mientras que el capitalismo Laissez-faire, profesa ser el único sistema que trata a las personas como individuos, sin ningún principio étnico, religioso u otro colectivo consagrado en la ley.
Es el sistema en el que cada una de las personas toma sus propias decisiones y debe asumir la responsabilidad y consecuencia de su propia vida. En su forma pura, el capitalismo Laissez-faire, es un sistema social caracterizado por la libertad individual, la diversidad y el dinamismo.

Bajo esta doctrina, los individuos, mediante una acción independiente, establecen medios para lograr organizarse económicamente y aportar innovaciones más creativas; la riqueza obtenida de los resultados, benefician tanto al individuo, como a toda una sociedad.

Sin embargo, los beneficios materiales, como el crecimiento económico, no son suficientes para justificar moralmente al capitalismo. Por el contrario, el capitalismo Laissez-faire, es un sistema moral que permite a los individuos practicar virtudes como la racionalidad y la productividad, que resulta en una creación de riqueza.

Consecuentemente, este sistema no se limita sólo a un régimen de libertad económica, y mucho menos a un sistema económico que favorece a las grandes empresas. Sino que es un entorno donde la paz y la prosperidad a largo plazo son posibles si las personas trabajan en libertad y para sí mismas.

Conclusión

Las economías del siglo XIX fueron esencialmente libres, y fue esta libertad nunca antes vista, la que trajo un progreso sin precedentes a la humanidad. Los principios, la teoría y la práctica real del capitalismo Laissez-faire, descansan en un mercado libre, es decir, no regulado, como lo ha demostrado ampliamente la historia de los últimos dos siglos.