Riesgos económicos de una dieta saludable
El problema económico mundial escaló al punto de ser considerado grave por Lula da Silva, quien dijo que el mundo se encamina hacia una política de proteccionismo comercial.
El problema económico mundial escaló al punto de ser considerado grave por Lula da Silva, quien dijo que el mundo se encamina hacia una política de proteccionismo comercial.
La estabilidad económica mundial aún no se ha consumado, así el presidente Lula da Silva no se cansó de exponer en el G20 que las exportaciones son una amenaza para las finanzas internacionales si todos buscan sacar beneficio de ellas. Parte de las declaraciones del mandatario brasileño fueron: "es más preocupante saber cómo Estados Unidos valorará el dólar a saber cómo desvalorizar los reales".
Estudios realizados en Gran Bretaña por la Escuela de Higiene y Medicina Tropical en Londres señaló que llevar una dieta saludable, puede generar efectos colaterales negativos a la economía, desestabilizando a países como Brasil, por el tipo de exportaciones que tiene y privilegiando el ahorro de servicios de salud en Gran Bretaña ya que la tasa de personas que mueren producto de enfermedades asociadas a una dieta alimentaria deficiente, es altísima (70 mil personas).
Muy por el contrario de lo que ocurre en Gran Bretaña, la tasa de personas que mueren en Brasil por una mala alimentación es baja, pero sus exportaciones de carne y otros productos que dejarían de demandarse en tanta cantidad, es muy alta y por ello la baja sería importante en términos económicos para el país de Sudamérica.
Uno de los profesores de economía involucrado en el estudio, Richard Smith, ha dicho que en ningún sentido se recomienda tener una dieta “poco saludable” en pos de cuidar la economía, sino más bien el interés del estudio es mostrar lo frágil del sistema económico mundial cuando se entregan mensajes equivocados a la población.
Una dieta vegetariana a nivel occidental implicaría un recorte de beneficios cercano a los $815 millones, por ello es tan peligroso dar consejos a las personas sobre hábitos alimentarios desequilibrados, pues hasta la economía reacciona a esas tendencias. En un mundo perfecto, dice Smith, todo el mundo tendría una dieta balanceada, así como también unas finanzas impecables.
El mensaje de este estudio va dirigido a las autoridades de salud, quienes deben ser responsables de las directrices nutricionales que dan, cuidando balancear el consumo alimenticio de forma equilibrada, y no sugiriendo simplemente dejar un alimento del todo, como es el caso de la carne. Los mensajes deben ser positivos y no restrictivos, decir “no es bueno consumir mucha carne” no ayuda a obtener una mejor salud, pues los consumidores podrían reemplazar ese gasto con un exceso de carbohidratos o un exceso de alcohol.
Hay que cuidarse del proteccionismo comercial
En la convención del G20 que se celebra en Seúl desde el jueves pasado, Lula da Silva y Guido Mantega, Ministro de Hacienda de Brasil, no han dejado de repetir lo importante que resulta emprender acciones de tipo coordinadas entre países industrializados y aquellos que están emergiendo, ya que lo peor que podría pasar es llegar al “proteccionismo comercial”.
El problema económico y la fragilidad del sistema se evidencia de inmediato en un hecho muy simple, señaló Lula, y es que mientras los países emergentes aprovechan situaciones económicas de exceso de inversión en moneda extranjera para crecer, los más industrializados “contienen el gasto” por el margen de maniobrabilidad menor sobre el consumo.
Exportar en exceso, sin incentivar al consumo interno (en países desarrollados) es la receta perfecta para que el mundo quiebre y no la vía para salir de la crisis. No hay que dejar a un lado el consumo de países industrializados, pues es el motor principal que moviliza a la economía global. Apostar a las exportaciones como fórmula de generar riqueza es interesante, pero desastroso cuando es la única forma de levantar una economía.
En medio de una guerra de divisas, Brasil apuesta al cambio
El presidente de Brasil que estaba acompañado de Dilma Rousseff, próxima presidente del gigante sudamericano, fue consultado por la posibilidad de cambiar la moneda estadounidense como referencia cambiaria, a lo que contestó que es algo que se ha evaluado por mucho tiempo en conjunto con Rusia, China e India, pero admitió que hay temor en el ambiente porque siempre se han usado los dólares, por lo que no es un tema fácil de hablar.
Una de las claves de su respuesta fue que ""el dólar no puede servir de referencia si se hace por un solo país… hay que tener otras alternativas". Mirado desde este punto de vista, la idea de hablar sobre una moneda que Estados Unidos expanda o comparta con países vecinos puede ser factible, aunque nada se ha dicho luego de la insinuación de Lula.
El proteccionismo comercial, del que tanto habló Lula y su Ministro de Hacienda, es peligroso porque se trata de políticas que atentan contra las importaciones al aplicarse aranceles o impuestos especiales a los productos que llegan del extranjero para privilegiar los de producción local, algo que consideró Estados Unidos para castigar la manipulación que China lleva sobre su moneda. En este sentido Mantega habló de una “guerra de divisas” por manipulación cambiaria, la que desembocaría indefectiblemente en una práctica de proteccionismo.
Aclaró el señor Ministro que es absolutamente válido aplicar un control del flujo de capital cuando hay un exceso de inversión extranjera, pues así se defiende la integridad financiera de un país al enfrentarse a estos fenómenos. Hasta el momento la manipulación cambiaria se ha observado en Estados Unidos y China, quienes desvalorizan su moneda y vuelven sus mercaderías más baratas, pero de forma ficticia y privilegiando por sobre el resto sus exportaciones.