Solicitar préstamos con crédito dañado
Puede ser un proceso largo y complejo, pero siempre es posible recuperar la solvencia económica, y comenzar con un nuevo historial confiable
Puede ser un proceso largo y complejo, pero siempre es posible recuperar la solvencia económica, y comenzar con un nuevo historial confiable
La situación económica experimentada en los últimos años, ha ocasionado que miles de personas se hayan quedado sin empleo, o presenten serios inconvenientes para cumplir con sus compromisos de pago, con el consiguiente daño a su historial, en el sistema de créditos. La falta de pago de la tarjeta, la hipoteca, el vehículo a crédito, y otras deudas por el estilo, así como los pagos efectuados con atraso, aparecen en los récords a los que los acreedores tienen acceso, según el sistema financiero que se emplea en la mayoría de los países.
Una mala referencia de crédito trae como consecuencia, la negativa a futuras solicitudes, y tasas de interés elevadas muy por encima de lo estipulado para los créditos al día. De un 5.5% que debe pagar un cliente con un reporte de alta recomendación, las tasas pueden elevarse hasta un 21% o más, dependiendo de la puntualidad en la amortización de los pagos pendientes.
La única vía segura para recuperar la solvencia crediticia es hacer un plan de pagos, y atenerse a dicho plan de manera puntual, hasta saldar la totalidad de las cuentas. Resulta vano buscar una salida fácil o definitiva, con la contratación de alguna empresa que ofrezca reparar créditos dañados de manera rápida y efectiva, pues la mayoría de estas organizaciones son una estafa.
Salidas que pueden agravar la situación
En la actualidad existe un gran número de compañías supuestamente especializadas en la materia, que carecen por completo de ética, y emplean toda clase de medios publicitarios para captar clientes, con ofertas engañosas de reparación inmediata para créditos dañados. Entre las soluciones que plantean, figura la eliminación absoluta del historial, además de la nulidad de la bancarrota, juicios y todos aquellos procedimientos que estén pendientes en el sistema de crédito.
En Estados Unidos, por ejemplo, funciona un organismo regulador, la Comisión Federal de Comercio, FTC, cuya base de acción son los lineamientos emanados de la Ley para las Organizaciones de Reparación de Créditos. Este organismo emplea el lema “si usted lo repara es mejor”, con el cual promueve que las personas asuman las gestiones de reparación de sus créditos personalmente, para evitar estafas que empeoren su situación.
Sin embargo, el procedimiento es sumamente complejo, por lo que se puede recurrir también a las empresas especializadas que han sido certificadas por el organismo federal, o a las instituciones sin fines de lucro que ayudan a administrar el dinero, a establecer un plan de pago de deudas y a elaborar un presupuesto, con asesoría integral gratuita.
¿Qué hacer para reparar el daño?
Si decide hacerse cargo personalmente, y el historial de crédito está seriamente dañado, puede emplear algunas medidas generales, pero la metodología específica dependerá de cada caso en particular. Estos son los pasos a seguir:
- Obtenga una copia del informe de crédito, y verifique que la información sea exacta y esté actualizada. Si aparece algún dato erróneo, debe dirigir una carta al ente emisor del informe, solicitando que se haga la corrección de manera inmediata
- Determine la totalidad de las deudas: comience con la lista de acreedores, los montos adeudados a cada uno, y sus respectivos intereses
- Contacte a los acreedores y plantee las medidas alternativas de pagos que pueda efectuar con seguridad y puntualidad. Seguramente recibirá respuestas positivas, pues ellos también están interesados en recuperar su inversión
- Elabore un plan de pagos que se ajuste a sus posibilidades reales de amortización, y cúmplalo a cabalidad, comenzando por deudas con las tasas de interés más altas
- Limite la apertura de cuentas nuevas, y descarte toda solicitud de tarjetas de crédito adicionales
- Comience a efectuar los pagos, abonando un poco más del saldo mínimo, con ello demuestra la disposición de cumplir y acelera la restitución de su solvencia
El proceso llevará tiempo pero no hay que desesperarse, con un plan apropiado de pago, y el manejo responsable y puntual de las cuentas, se puede crear un nuevo historial de crédito, aprovechando la experiencia para hacerlo de manera disciplinada, garantizando así una buena referencia a futuro, y la tranquilidad de saber que puede contar nuevamente con una tarjeta de crédito solvente.