Los trabajos más peligrosos del mundo

Considerados por muchos unos héroes, policías y bomberos ceden sus puestos de honor entre los trabajadores más arriesgados, para dar paso a nuevas ocupaciones que atentan contra la integridad física de quienes las realizan

Los trabajos más peligrosos del mundo

La mayoría de las personas relaciona las labores policías y de bomberos con las ocupaciones más peligrosas que se pueden desempeñar, pero las estadísticas indican que labores tan aparentemente inofensivas como la agricultura, con las causantes de un alto número de muertes y lesiones graves. La tasa de accidentes ocupacionales fatales entre agricultores y ganaderos es de 38,5 por cada 100.000 trabajadores, frente a un 4,4% de bomberos y 13,1% para policiales y patrulleros, según datos aportados por el Departamento de Trabajo de Estados Unidos para el año 2009.

Igualmente, tragedias como las sucedidas en algunas minas, derrumbes en puentes, incendios, choques y eventos masivos, evidencian que ser rescatistas, mineros, constructores, y personal paramédico, enfrentan grandes riesgos en el cumplimiento de sus funciones. Por su parte el sector de pilotos e ingenieros de vuelo presentan un 57,1% de accidentes fatales y lesiones graves.

Peligro de lesiones y enfermedades laborales

Otras profesiones y ocupaciones presentan las tasas más altas de lesiones no fatales y enfermedades laborales que ameritan reposo: auxiliares de psiquiátricos, asistentes de vuelos, trabajadores de limpieza y conductores de autobuses. Estos últimos están expuestos a una gran cantidad de fuerza y vibraciones cuando conducen, explica Karen Jacobs, profesora de clínica en una universidad en Boston.

Irónicamente otro sector afectado con frecuencia es el de la salud: enfermeras, auxiliares y asistentes tienen las tasas más altas que el promedio de sus compañeros de labores. Riesgos como pincharse con una aguja contaminada, tener que levantar a los pacientes para atenderlos, o estar expuestos a múltiples virus, son apenas algunos de los muchos problemas con lo que este grupo tiene que lidiar diariamente.

Otros trabajadores deben mantener posiciones anatómicamente incómodas por la naturaleza de sus funciones. Un ejemplo son los higienistas dentales, que deben hacer grandes esfuerzos y adoptar determinadas posturas para poder realizar un buen trabajo.

Principales trabajos de alto riesgo

  • Trabajadores del área de la seguridad: policías, patrulleros, detectives, bomberos, rescatistas, guardias de seguridad, militares
  • Pescadores y relacionados con la industria pesquera
  • Pilotos e ingenieros aeronáuticos
  • Mineros y relacionados
  • Techadores
  • Trabajadores forestales
  • Personal área de la salud
  • Trabajadores petroquímicos
  • Obreros acero y estructuras
  • Recolectores de basura y material reciclable
  • Agricultores y hacendados
  • Electricistas, instaladores y reparadores de líneas eléctricas
  • Conductores de autobuses y camiones
  • Trabajadores agrícolas misceláneos

Riesgos emergentes

Con los avances tecnológicos y el surgimiento de nuevas formas de organización social, así como el incremento de conflictos, surgen una serie de riesgos para los trabajadores y profesionales, que apenas están comenzando a ser considerados por los organismos internacionales y las empresas. Las principales áreas de estas actividades son la nanotecnología, el periodismo y la biotecnología.

Según la Organización Mundial de la Salud OIT, la nanotecnología y la biotecnología, cuyo campo de acción es la manipulación de sustancias microscópicas con el fin de alterar sus propiedades físicas, cambiará la naturaleza de los riesgos laborales, provocando trastornos y lesiones hasta ahora desconocidos. Para el 2020, el 20% de los productos manufacturados procederán de esta ciencia, según las proyecciones de los especialistas.

Otra profesión que conlleva riesgos es la de periodistas y corresponsales de guerra, cuyos trabajos suelen estar relacionados con actos de violencia, injusticias y casos de terrorismo. Organizaciones como Reporteros Sin Fronteras registra un alto número de profesionales afectados por ejercer sus funciones en zonas en conflicto, sin contar los reporteros que ponen en riesgo su vida para reseñar manifestaciones, atentados, protestas callejeras, y una larga lista de sucesos peligrosos.