La ayuda a Haití no se dejó esperar pero nada alcanza

la ayuda humanitaria
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La ayuda a Haití tras la catástrofe a la que ha sido condenado el país por los desastres naturales -el último el gran terremoto- no se hizo esperar aunque nada parece ser suficiente para el país caribeño.

EE.UU. ha concedido a ciudadanos de Haití el Estatus de protección temporal (TPS) que ofrece un permiso de trabajo transitorio a inmigrantes sin documentos que no pueden volver a su país debido a catástrofes naturales o guerra.

En la actualidad este estatuto se concede en EEUU a ciudadanos de Somalia, El Salvador, Honduras, Sudán y Nicaragua.

El TPS estará vigente durante 18 meses y beneficiará solo a los haitianos que ya estaban en Estados Unidos antes del 12 de enero de 2010, fecha del terremoto.

La ayuda por el resto de países de la comunidad internacional tampoco se hizo esperar pero nada alcanza.

A los saqueos y enfrentamientos entre los ciudadanos por alimentos, o por guardar lo poco que logran obtener, hay que sumar la aparición de pandilleros adolescentes que recorren las calles en actitud de aves de rapiña atracando y violentando a todo ser humano que se cruza por su camino.

El desabasto se está recrudeciendo, faltan alimentos y se preveen más actos de saqueos y violencia cuando la ayuda vaya aumentando de forma progresiva.

Los hospitales están saturados no sólo de heridos -ya que hay miles-, sino de muertos que continúan hacinados en hospitales de campaña improvisados a pie de calle.

De los países vecinos Cuba ha enviado 400 médicos que prestan habitualmente sus servicios tratando a personas con múltiples traumas en improvisados puestos de salud y siendo los únicos profesionales que no se retiran a lo largo del día de los quirófanos para descansar.

A los cubanos se unieron también un contingente de estudiantes de medicina haitianos de la Escuela Latinoamericana de Cuba.

Además de Cuba otros países cooperan actualmente en Haití como Venezuela, Namibia, Noruega, China, República Dominicana, México y Rusia.

Pese a la situación diplomática, Cuba ha reiterado en numerosas ocasiones su disposición a cooperar con Estados Unidos, también ha autorizado de forma inmediata la utilización de su espacio aéreo en el territorio más oriental de la isla por aviones de EEUU para facilitar el envío de asistencia humanitaria a Haití.

De los países europeos España ha enviado tres aviones con ayuda humanitaria y destinado un total de cinco millones de dólares de su Fondo de Emergencias a las víctimas, además de otros 450 militares españoles que viajaron a Haití para ayudar en tareas humanitarias y de reconstrucción nacional, el contingente está compuesto por unos cuarenta médicos, ingenieros, equipos de rescate, tres helicópteros y personal que garantice la seguridad. Todos ellos se desplazarán en el "Castilla", un buque hospital con dos quirófanos.

Otros países europeos pero sobre todo entre ellos destaca Francia han ayudado también a los haitianos. La mayoría ha utilizado la inversión privada y la caridad privada antes que priorizar la ayuda pública, como en el caso del Reino Unido.

La Unión Europea ha movilizado 229 millones de euros en total -más de 330 millones de dólares- para socorrer y reconstruir Haití y enviará policías y militares para fijar la estrategia de actuación inmediata a medio y largo plazo, aunque hasta ahora la contribución europea ha sido a iniciativa de los propios países, la UE quiere poner todos sus recursos a disposición de Naciones Unidas, además de los 122 millones del fondo Común para alimentos y otras ayudas liberará 107 millones de euros- más de 120 millones de dólares -para ayuda no humanitaria de emergencia para reconstruir la demolida capacidad de gobierno de un Estado fallido.

La ONU también ha aprobado el envío de otros 3500 militares y policías que durante 6 meses se sumarán a los 9000 que están ya operativos en el país.

Se calcula que todavía hay unos 40.000 cuerpos enterrados y más de 100.000 muertos entre los escombros.