Desconfianza en la Unión Europea, un panorama desolador
Mientras la Unión Europea comienza a mostrar los menoscabos de las últimas tragedias económicas que ha vivido, Estados Unidos repunta lentamente de su crisis.
Mientras la Unión Europea comienza a mostrar los menoscabos de las últimas tragedias económicas que ha vivido, Estados Unidos repunta lentamente de su crisis.
Mientras la Unión Europea comienza a mostrar los menoscabos de las últimas tragedias económicas que ha vivido, Estados Unidos repunta lentamente de su crisis.
El nivel de desconfianza en la Unión Europea ha comenzado a bajar notablemente durante los últimos meses, ello luego de que se publicarán datos por la propia Unión Europea respecto de los índices de confianza económica y empresarial del conglomerado referido. Todo parece indicar que el indicador de sentimiento económico (ISE) bajó en 2.3 puntos, lo que ha generado preocupación entre las autoridades del viejo continente.
Los sectores más afectados han sido la industria y el comercio minorista, aunque se distingue una baja en general en todos los sectores europeos, algo que extrañamente contrasta con la confianza de los consumidores mostrada en las últimas encuestas. Dentro de los países que observamos con mayor descenso está Reino Unido, Italia y Holanda. De entre las economías más imponentes de Europa, que registraron bajas importantes, mencionamos a Alemania, Francia y España.
En lo concerniente al indicador de clima empresarial (ICE), la situación no es muy distinta, pues también descendió en 0.26 puntos durante el mes de mayo por la baja perspectiva de producción en libros de pedidos, exportaciones y reserva de productos terminados.
Estados Unidos ralentiza su crecimiento
A diferencia de lo que ocurre en la economía europea, Estados Unidos ha mostrado un crecimiento sostenido durante los últimos meses a aunque cada vez más lento. Durante el primer trimestre se creció un 1.9% menos que en el periodo anterior según el Departamento de Comercio.
La desaceleración del crecimiento estadounidense se debe, en primera instancia, a una baja en la inversión privada, lo que a su vez se encuentra vinculado a la baja inversión del gobierno. No obstante lo anterior, y de la misma forma que ocurrió en Europa, fue el consumo personal quien se encargó de reducir la desaceleración, pues este índice creció en un 2.7% versus el 2.1% observado durante el último trimestre del 2011.
Las inversiones privadas crecieron un 1.9% versus el 5.2% observado durante el 2011, lo mismo ocurrió con las exportaciones que encuentran un crecimiento del 7.2% y las importaciones con un 6.1%. En lo relativo al gasto gubernamental, podemos decir que decayó en un 5.9% y no tiene perspectivas de crecer.