La influencia de la precariedad laboral en la salud

En este modelo de sociedad capitalista, competitiva, aún queda mucho por realizar en el ámbito laboral. No dejemos todo el esfuerzo al estado o empresario; el individuo tiene mucho que hacer por sí mismo.

Precariedad laboral en la salud

Cuando un empleado trabaja media jornada y en su contrato aparecen reflejadas únicamente dos horas, cuando un trabajador textil desarrolla su labor durante doce horas sin interrupción y reside y trabaja en el mismo lugar, cuando el empleado carece de contrato, cuando el trabajador no recibe el sueldo que merece por el desempeño laboral realizado, cuando la empresa pone trabas a la promoción interna de sus trabajadores, cuando se trabaja sin reconocimiento ni compensación económica alguna, cuando las condiciones laborales son insalubres… estamos ante ejemplos de precariedad laboral.

Nos referimos a trabajos precarios, no desempleo. Estar desempleado es no trabajar. Precariedad es contar con trabajos precarios, que conllevan situaciones difíciles en una vida.

En definitiva, precariedad es cuando el salario percibido no alcanza a cubrir las necesidades básicas: alimentos, cobijo, vestidos, entre otros.

¿Qué conlleva?

Es uno de los grandes problemas del mundo capitalista, competitivo; no únicamente de un país en concreto.
La precariedad implica una pérdida de derechos y libertades con las consiguientes repercusiones en la vida de una persona y sus diferentes ámbitos.

Desde el punto de vista psicológico

  • Aumento de ansiedad y depresión.
  • Incertidumbre.
  • Sensación de injusticia.
  • Carencia de una identidad profesional clara y estable –son muchas las personas que desempeñan distintos empleos precarios “para salir del paso y no verse pidiendo y excluido socialmente”.
  • Pérdida de estabilidad.
  • Pérdida de relaciones.
  • Aislamiento, soledad.
  • Inseguridad, incertidumbre.
  • Depresión, ansiedad.
  • Inestabilidad laboral, social, personal.

Desde un punto de vista físico

  • Pobreza con todas sus consecuencias, llegando incluso a extremas.
  • ¿Qué tipo de personas sufren más este tipo de situaciones?
  • Vulnerables.
  • Personas con baja formación.
  • Mayores de 45 años.
  • Mujeres con ocupaciones extras.
  • Jóvenes.
  • Sin una clara idea de su identidad profesional.
  • Personalidades rebeldes, poco estables, inconstantes.

¿Cómo salir de la precariedad laboral?

  • No se puede dejar todo al estado ni al empresariado. El individuo por sí mismo tiene mucho que hacer.
  • Pensar y tener una idea clara de la línea profesional que quiere seguir.
  • Superar las flaquezas de personalidad que puedan contribuir a perder el trabajo de manera constante.
  • Conseguir una mayor capacidad de esfuerzo, superación y disciplina.

El 1 de mayo, día mundial del trabajo, representa el festejo por la lucha y las conquistas obtenidas durante años, como son la jornada laboral de 40 horas semanales, salarios dignos, vacaciones pagadas, etc. Se han conseguido muchas mejoras y libertades, pero aún queda mucho que luchar para extender el Estado de Bienestar.