¿Se acerca una recesión mundial?
El monto total de la deuda de Irlanda, Portugal, Italia, España y Grecia ronda los cuatro billones de euros. Existe una gran cantidad de bancos de Europa y negocios de Estados Unidos seriamente comprometidos en la coyuntura que padece el viejo continente.
El monto total de la deuda de Irlanda, Portugal, Italia, España y Grecia ronda los cuatro billones de euros. Existe una gran cantidad de bancos de Europa y negocios de Estados Unidos seriamente comprometidos en la coyuntura que padece el viejo continente.
El temor a una gran recesión mundial debido a la crisis europea comienza a ganar terreno cada vez más en los mercados. Si bien gran parte de los países comprometidos han efectuado fuertes anuncios, las perspectivas de reducir el déficit fiscal a no más del 3% del PIB al 2012 parece una meta muy poco tangible de lograr por el momento.
A pesar de la inyección de setecientos mil millones de euros para evitar el derrumbe en efecto dominó, y el salvamento que se realizó a Grecia, no han dejado tranquilos a los inversores. Es que hay crisis financiera, pero también de confianza; y ésta última es muy difícil de conquistar.
Se estima que el monto total de la deuda de Irlanda, Portugal, Italia, España y Grecia ronda los cuatro billones de euros. En este marco, es de destacar que existe una gran cantidad de bancos de Europa y negocios de Estados Unidos seriamente comprometidos en la coyuntura que padece el viejo continente.
Bancos de Alemania, Inglaterra, Francia han sumado bonos de deuda de Grecia, España y Portugal; la desconfianza es que se conviertan en activos tóxicos de agravarse la situación de estos países.
El meollo del asunto es que la economía global aún no se ha restablecido de la explosión que causó el desastre financiero del 2008. Precisamente por esto, los países cuentan con menos recursos para poder maniobrar ante este tipo de problemáticas, se han endeudado para hacer frente a una crisis y ya están afrontando otra que, en esta circunstancia, lo que parecía ser una ola amenaza con ser un tsunami. En muy poco tiempo el euro se ha depreciado en el orden del quince por ciento.
En tanto, China se niega a apreciar su moneda, porque tendría un efecto más negativo del que ya está padeciendo por la depreciación del euro.
Estados Unidos es quien más necesita que la moneda china se revalúe, pues le permitiría enfrentar de mejor manera su déficit comercial.
En Latinoamérica la situación no es menos preocupante, al ser países netamente exportadores, el desmerecimiento del euro afecta las exportaciones. Asimismo, la UE es quien más invierte en Latinoamérica, y la crisis afectará notoriamente esa condición. La intranquilidad acerca de una posible recesión mundial tiene sus fundamentos, aunque por el momento, se está en la etapa de serios anuncios por parte de los países más comprometidos, es mejor esperar con cautela y mucha fe, aunque con los pies sobre la tierra y despiertos.