Elecciones parlamentarias en Venezuela 2010
De nuevo el pueblo venezolano acude a las urnas para ratificar o rechazar un proyecto político, las oportunidades de triunfo para uno u otro sector, quedaron establecidas en el 2009.
De nuevo el pueblo venezolano acude a las urnas para ratificar o rechazar un proyecto político, las oportunidades de triunfo para uno u otro sector, quedaron establecidas en el 2009.
Este domingo 26 de septiembre, Venezuela celebra las elecciones legislativas nacionales, proceso del cual resultará la nueva conformación de la Asamblea Nacional, con 165 diputados y 12 representantes para el Parlamento Latinoamericano.
Algunos observadores y analistas consideran este momento trascendental y decisivo para el futuro no sólo de Venezuela, sino de toda la región. Y así será efectivamente, a partir de esta fecha, se profundizará la brecha que divide y separa a los venezolanos, y que la organización e implementación del proceso electoral en sí mismo, ha contribuido a acentuar.
Antecedentes del escenario 2010
Las actuales elecciones, son el último movimiento de una estrategia implementada a raíz de los comicios realizados en el año 2008 para elegir gobernadores y alcaldes. En esa oportunidad, Hugo Chávez ganó en la mayor parte del territorio nacional, si bien perdió en los estados y alcaldías con mayor número de votantes, los centros urbanos más poblados y por ende, más importantes.
Casi de manera inmediata, el gobierno creó vía decreto o a través de leyes aprobadas a la medida de las circunstancias por la Asamblea Nacional, una serie de figuras y organismos oficiales, que desviaron los recursos económicos correspondientes a las gobernaciones y alcaldías perdidas, convirtiéndolas de hecho, en espacios políticos sin poder ejecutivo real. Tal fue el caso de la Alcaldía Metropolitana de Caracas, cuyo alcalde, Antonio Ledezma, tuvo que acudir a instancias internacionales para defender y recuperar una pequeña parte de las facultades inherentes a su investidura, conferidas de hecho por los electores.
Preparando el terreno
Una vez corregido este revés electoral, guardando por supuesto las formas “democráticas”, el gobierno pasó a analizar la pérdida de la mayoría de votantes, y a diseñar mecanismos que garantizaran que tal hecho no se repitiera en el futuro.
Es así que en el 2009, y aun cuando la representación proporcional está contemplada en la Constitución de 1999, de absoluta vigencia, la Asamblea Nacional abolió esta figura por medio de una ley orgánica que modifica el valor proporcional del voto, de acuerdo a la densidad poblacional del circuito electoral, significando en la práctica que un voto rural (sector donde predomina el chavismo) equivale hasta por tres votos urbanos, lo cual otorga a los estados menos poblados, una representación desmedida, y constituye desde todo punto de vista, un ventajismo flagrante.
Con esta estrategia el gobierno anula hoy la amenaza que representan el Distrito Federal, Zulia y Carabobo, regiones opositoras altamente pobladas. De acuerdo al ex ministro del Interior Jesse Chacón “si aún los votos se dividieran a partes iguales, el gobierno ganaría 97 escaños contra 68 de la oposición”.
Más de lo mismo
Adicionalmente, como en comicios anteriores, el oficialismo ha violado toda la normativa electoral vigente, utilizando recursos del estado a manos llenas, entre ellos seis canales de televisión, desde los cuales se ignoró o ridiculizó la propuesta opositora.
Por otra parte la Constitución prohíbe explícitamente a los funcionarios públicos incluyendo al presidente, utilizar sus cargos para beneficiar a algún partido o movimiento político, lo cual ignora ex profeso Hugo Chávez y la máxima autoridad electoral del país, cuyos directivos han declarado a los medios públicos y privados, que el gobierno sí lo puede hacer, y lo demuestra abiertamente.
Visitas innecesarias
Por su parte la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, Luisa Estela Morales, aseguró en declaraciones a la prensa, que “los señalamientos que hagan los observadores internacionales sobre los comicios, no son vinculantes ni necesarios para garantizar ni dar aval del desarrollo del proceso”, con lo cual refleja la postura oficial que se ha mantenido durante todos estos años, de ignorar las observaciones y críticas que los veedores realizan, como parte esencial del trabajo que los lleva al país, muchas invitados por el propio gobierno.
El poder de poder
Hoy veremos entonces, tres posibles escenarios: el más probable, un nuevo triunfo aplastante de la revolución, en segundo lugar, una representación elevada, aunque minoritaria de la oposición y por último, y con muchas menos probabilidades, una contundente victoria opositora.
Con cualquiera de las dos primeras se fortalecerá el proceso chavista con la necesaria coreografía democrática, demostrándose una vez más porqué Hugo Chávez es un fenómeno político, basado en su estrategia, recursos económicos, carisma e indudable capacidad comunicacional, que lo mantiene con un 50 % de aceptación popular, a pesar de la caótica situación económica y de miseria en la que viven vastos sectores del país, cuyas causas el presidente de Venezuela desde 1999, astutamente atribuye a sabotaje de la oposición o al imperialismo yanqui.
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