Renunció presidente de Alemania
Desafortunadas expresiones realizadas en Afganistán fueron el detonante para que arreciaran las críticas y la opinión pública se indignara.
Desafortunadas expresiones realizadas en Afganistán fueron el detonante para que arreciaran las críticas y la opinión pública se indignara.
Luego de unas controvertidas manifestaciones en Afganistán, el presidente alemán, Horst Köhler, tomó la drástica decisión de renunciar a su cargo.
El lunes 31 de mayo el presidente Köhler realizó un breve discurso por televisión en el cual informó de su indeclinable dimisión como primer mandatario de Alemania. Esto luego de expresiones en Afganistán, donde analizaba las misiones que realiza el ejército de Alemania en tierras extranjeras.
Köhler defendió la intrusión inconstitucional de la milicia federal, para brindar garantía a los intereses económicos de Alemania, por lo que fue duramente criticado. El mismo admitió que sus manifestaciones no tienen fundamento y pidió disculpas por ello. Sus expresiones son hechos que inexorablemente tiran por tierra el imprescindible respeto a la principal autoridad de la nación. No es acorde ni sano a la investidura de un presidente, esas palabras, expresó dejando en claro que no supo estar a la altura de las circunstancias.
El viaje a Afganistán fue de carácter sorpresivo, y en una improvisada rueda de prensa, alegó que las misiones del ejército en el extranjero son razonables porque protege los intereses de la economía de Alemania.
Si bien esta es una idea que mucha gente tiene de varios gobiernos proclives a las actividades bélicas, una cosa es que lo diga el ciudadano común, y otra muy diferente que lo reconozca el propio presidente de la nación.
Köhler lamentó profundamente que sus palabras generaran malas interpretaciones, luego de que todos los medios de prensa germanos lo criticaran abiertamente. Una vez desatada la polémica, intentó explicar lo inexplicable. El vocero oficial días atrás expresó que no hablaba de Afganistán en particular, que había sido una referencia a las misiones del ejército en general, en diferentes partes del mundo. Sin embargo, al intentar aclarar sólo logró oscurecer más el asunto.
Fue una semana fatídica para el presidente alemán, ya que fue fustigado duramente por la prensa y la opinión pública, quienes mostraron su profunda indignación.
La canciller, Angela Merkel, declinó hacer comentarios acerca de las expresiones del presidente, manifestando que lo que se dijo ya estaba dicho.
Kölher fue reelecto el año pasado, por lo que aún le quedaba tres años y medio más de gobierno. Luego de aceptada la renuncia, la persona quien ocupará el cargo presidencial será Jens Böhrnsen. En el correr de los días seguramente se aclarará si es en forma interina o culminará lo que queda de mandato.
Esto abre una interrogante, y tal vez sirva para que los ciudadanos de las grandes potencias reflexionen acerca de qué es lo que en realidad hacen sus países militarmente en el extranjero. Quizás puedan encontrar una brecha que los haga descubrir el odio que generan en otros continentes, no ellos, sino quienes lo gobiernan.