Recuperación económica, cambios inevitables
Cuando comenzó la crisis económica, las voces que se levantaron en pos de la creación de empleo a través de la recuperación de la eficiencia.
Cuando comenzó la crisis económica, las voces que se levantaron en pos de la creación de empleo a través de la recuperación de la eficiencia.
A medida que la crisis iba avanzando y se ponía de manifiesto el enorme problema que suponían los niveles de endeudamiento adquiridos sin que la generación de riqueza pudiera proyectar una liquidación de las deudas asumidas, el terror se apoderaba, no de los grandes capitales que siempre han sido especialistas en la oportunidad inmersa en la crisis y en el enriquecimiento a costa de la desgracia social, sino de quienes tenían y tienen, en sus manos el destino de los “estados de bienestar”.
Costos no productivos
Hoy más de dos años después del estallido de una de las crisis económicas más virulentas de la historia, son los mercados quienes se resienten de la llegada de la especulación. Agotado el suelo, los mercados se convierten en el punto de encuentro de la especulación.
Inmersos en la euforia y la exaltación de lo emocional, tan propios de la recta final de cada año, las buenas previsiones económicas con las que cerramos 2009 se transformaron en nuevas previsiones y proyecciones pesimistas para 2010, 2011 y bien entrado el incierto 2012
Sin embargo si ha habido modificaciones, hoy son los mercados quienes sustentan el poder hegemónico de apreciar y ensalzar a una economía o depreciar y situar en los puestos finales, únicamente a través de la especulación con las divisas.
Mientras las tasas de desempleo superan los dos dígitos reales en todas las economías, existiendo casos especialmente críticos como la economía española que cuenta con más de un 20% de desempleo que adicionalmente, es estructural y no tiene modelo productivo que sustente su recuperación, las empresas reducen costes a través de su capital humano mientras siguen manteniendo los costos no productivos de sus gerencias y consejos de administración.
Crecimiento y producción vs. Especulación
Suena utópico y paradójico darse cuenta que las empresas, los sistemas financieros, los gobiernos… han sido incapaces de establecer una salida de la crisis a través de la generación de riqueza y, en lugar de trabajar con un objetivo inicial de crear producción y eficiencia, llevan más de dos años buscando una nueva área si, pero una nueva área donde especular y mientras esto se produce y los mercados financieros se convierten en el nuevo punto de encuentro de los sistemas financieros en pos del mantenimiento de su máximo poder y su gerencia máxima sobre el destino de todas las sociedades que, hipotecadas de por vida, no les queda más remedio que formar parte del juego a través del “sálvese quien pueda”.
Efectos colaterales de las tasas de desempleo
- Más desempleo supone una mayor precariedad laboral y, por lo tanto, una caída permanente de la demanda y el consumo
- Más desempleo supone destinar partidas públicas adicionales a los sistemas sanitarios, prestaciones públicas, ayudas
- Más desempleo supone una menor recaudación fiscal y, por lo tanto, pone de manifiesto la absoluta inoperancia de las reformas fiscales que simplemente, son un fomento de los incrementos de economía sumergida
- Más desempleo supone un retroceso en I+D+i, el despilfarro de recursos en solventar situaciones insostenibles, ignorando conceptos tan vitales como “reparto de recursos”, “optimización energética”, “producción eficiente” y, por supuesto, protección social
Cambios en las políticas económicas
Los cambios deben ser realmente drásticos. Cambios centrados en la generación de empleo como clave de la actividad económica.
Para ello, minimizar los costos de crear empresa y regular la contratación, son los puntos de partida fundamentales.
Adicionalmente, el mercado inmobiliario y la reactivación de la compra –venta de bienes inmuebles son claves de la recuperación.
Sistemas financieros, regulación urgente
El reestablecimiento de la función principal del sistema financiero en el que la financiación del tejido empresarial es el eslabón de la cadena que hay que reponer con urgencia para comenzar a crecer nuevamente.
Establecidas estas medidas y habiendo frenado la destrucción de empleo, se puede a través del incremento de la capacidad de ahorro, acometer la transformación de sectores productivos que han llegado al final de su vida útil.
Sector productivo
La adaptación del sector productivo ineficiente al nuevo entorno globalizado, potenciando sectores como el turismo y su reflejo en el turismo 2.0.
Inversión en I+D+i como núcleo fundamental de la trasmutación de la mano de obra improductiva a mano de obra eficiente y competitiva
Mayor regulación del crédito, es fundamental establecer una regulación del sistema financiero, regulación que norme la especulación como un eje de la inestabilidad y del colapso de las economías y, por lo tanto, contrario a los órdenes básicos de convivencia social.
Conclusiones, cambio de hábitos de consumo, imprescindible
Y, por último… la modificación estructural y profunda de la mentalidad de quienes componen las sociedades, acometer la crisis de forma individual como una necesidad de enfrentar un cambio, un cambio que debe tener su origen en la modificación de nuestros propios hábitos y creencias. No funcionó, por lo tanto es necesario acometer una revisión de variables y establecer un nuevo plan objetivo, para ello, consumo, ahorro, endeudamiento y crédito, son conceptos a los que es necesario dar una acepción diferente y eficiente. Es necesario para recuperar el equilibrio.