Ser un macho alfa en la oficina
Ser el macho alfa en la oficina es más que ser quien controla la situación, pues implica saber solucionar los problemas, evitar conflictos y motivar al resto.
Ser el macho alfa en la oficina es más que ser quien controla la situación, pues implica saber solucionar los problemas, evitar conflictos y motivar al resto.
La actitud que tomamos en el trabajo es sumamente importante, por ello es que regularmente debemos someternos a un juicio personal sobre cómo estamos llevando las cosas e interactuando con los demás. La pregunta que siempre hay que hacerse es ¿Somos machos alfa o matones en la oficina? Examinando nuestro comportamiento podremos encontrarnos con muchas sorpresas.
Detalles a tener en cuenta
- Los machos alfa son verdaderos líderes, mientras que los matones son simplemente cobardes
- Los machos alfa en la oficina evitan exponer su lado “animal” al resto cuando las cosas no salen como quieren, privilegiando aprovechar sus cualidades
Hay varias cosas que se deben tener en cuenta cuando se analiza las diferencias entre un macho alfa y un simple “matón”, una de ellas es que ambos pueden tener el mismo puesto y gente a cargo, mas uno de ellos siempre es respetado por lo que hace y capacidades, mientras que el otro sólo es temido y el “respeto” que insufla está siempre listo para esfumarse como niebla al amanecer. Por otra parte, y aunque pueda resultar en algo superficial, los machos alfa siempre son los escogidos por las mujeres que todos desean, pero no todos consiguen conquistar.
Los machos alfa solucionan problemas y no acuden a una “actitud” agresiva para arreglar inconvenientes ocasionados por ellos mismos o terceros, algo que sí hacen los matones y cobardes. Con todo lo anterior, si queremos conseguir realmente un ascenso, entonces deberemos prestar atención a las características que tiene un macho alfa y evitar las conductas propias del típico matón al que todos temen.
Ejemplos de actitud de un macho alfa y un cobarde en la oficina
Ejemplo 1
Imaginemos que estamos en una reunión, donde el ayudante del “matón” comete un error que genera problemas en la presentación que está haciendo. Cuando esto ocurre el matón tiende a recriminar inmediatamente al empleado o ayudante, lo hace delante de todos y trata de ser lo más “duro” posible con él para que así se dé cuenta del error que cometió. Por otra parte, aprovecha la ocasión para declarar que de seguir así, es muy poco el tiempo de trabajo que le queda – lo amenaza.
El macho alfa, en este mismo ejemplo, actúa de forma contraria y apoya al empleado. Si bien es cierto se está consciente de que se cometió un error, la corrección la hace a un lado de la junta y agrega recomendaciones para que no vuelva a ocurrir señalándole exactamente lo que estuvo mal, añadiendo que si evita este tipo de errores hará un trabajo impecable.
La diferencia entre un matón cobarde de oficina y un macho alfa en este caso, es que el primero necesita ser constantemente el centro de atención, mientras que el segundo se centra en arreglar el problema y jamás perder el control de la situación.
Ejemplo 2
Varios compañeros se reúnen para comer algo, pero es el matón quien en todo momento está llevando la conversación mientras que el macho alfa se dedica más a escuchar lo que habla el resto. La diferencia en este caso está en que mientras el cobarde siempre habla de sí mismo y de su éxito; el macho alfa no necesita impresionar a nadie, pues sabe perfectamente quién es y cómo ha llegado a serlo.
En nuestro próximo artículo "Diferencias entre un macho alfa y un cobarde" continuaremos comentando las diferencias y la importancia de ser un macho alfa en el trabajo y no un matón.