Son muchas las razones por las que uno se resiste al cambio, aunque las principales se encuentran en el miedo al fracaso, reconocer se está equivocado y lo desconocido.
Con la intención de alcanzar el éxito, muchos se aferran a los logros del pasado y se privan de la posibilidad de ser exitosos creyendo, falsamente, jamás perderán el triunfo alcanzando en antaño.
Ser un macho alfa en la oficina es lo mismo que ser un líder, pero el problema está en que uno tiende a confundir estas personas con personajes cobardes que mienten sobre sus verdaderas intenciones.
Para ser un macho alfa se debe nacer con ciertas características, pues como todo líder innato hay que saber controlar situaciones, pero nunca dominar a los demás por el miedo.
Ser el macho alfa en la oficina es más que ser quien controla la situación, pues implica saber solucionar los problemas, evitar conflictos y motivar al resto.
Tener una idea buena no da garantía de que vaya a llegar a concretarse, pues debemos primero convencer al resto de que se materialice ¿Estamos preparados?
Tener una buena idea es perfectamente posible, sin embargo, es natural encontrar resistencia en el camino por lo que conviene seguir algunos consejos para evitarlo.
Mantenerse motivado no es fácil, sobre todo cuando las condiciones son adversas y se deben tomar decisiones difíciles, pero cuando se consigue las metas llegan solas.
El poder y la corrupción tienen una relación de causalidad muchas veces, sin embarg, el aspecto ético en el que se sostiene el buen uso del poder marca la diferencia.
La importancia de mantenerse en contacto con los conocidos está en que representan una parte de nuestra vida, y por ende, nos re-conectan con lo que somos.