La dictadura de los banqueros
El sentido de la economía como ciencia, como ciencia con potestad de articular las variables de forma que se modifiquen los sucesos y, en definitiva, el futuro de las sociedades, es… el dinero.
El sentido de la economía como ciencia, como ciencia con potestad de articular las variables de forma que se modifiquen los sucesos y, en definitiva, el futuro de las sociedades, es… el dinero.
El poder de las sociedades, maquillado bajo las estructuras políticas, lo ejerce sin ninguna duda un pequeño o quizá no tan pequeño como debiera, grupo de personas. En ocasiones, las mismas personas que conforman en las horas de pluriempleo que dedican a otras cosas, los partidos políticos o las jerarquías de poder.
Si, claro; me refiero sin ninguna duda, a quienes que dirigen las sociedades que manejan el ansiado “dorado” el dinero. Estados Unidos, nación desde donde se irradió a todas las sociedades y que está a punto de convertirse en “la madre de todas las crisis”, es una sociedad en la que quienes gobiernan el país son las mismas personas que lo dirigen y, a su vez, son propietarios de los seis bancos más grandes y poderosos del mundo.
Estados Unidos, Francia, Reino Unido, España; cuentan con una característica común, los dirigentes de los grandes bancos, ostentan el grado máximo de manejo de poder e influencia en la toma de decisiones políticas.
Las sociedades y las familias que las conforman, las empresas, microempresas, emprendimientos familiares, los autónomos individuales; comprueban con estupor una situación en la que los gobiernos abren la caja de Pandora que contiene las riquezas del reino y los reparten sin miramientos y con la excusa definida como “rescate bancario” a los dirigentes de las entidades; quienes, a pesar del desempleo, la morosidad, la falta de liquidez, ejecuciones hipotecarias, caída del consumo y escasez de demanda, siguen mostrando cuentas de resultados con beneficios millonarios.
¿Por qué?
Obviamente es un asunto de poder, el poder de financiar campañas electorales, partidos políticos, auspicios de programas, apoyo a medidas; la ostentan sólo ellos, los bancos.
El presidente Sarkozy tuvo una campaña electoral financiada por Banca Rostchild, el presidente Obama tuvo la financiación, auspicio y marketing de Wall Street en Twitter y, en España, el presidente del gobierno español, recibe financiación para seguir gastando dinero público que hace tiempo que se acabó, de los grandes bancos.
Círculo vicioso
Lo más sorprendente de esta situación es que, los Bancos Centrales, creados como organismos independientes que actuaran objetivamente y en pos del mantenimiento del orden y la prevención del abuso de poder, la especulación y la falta de ética sirven de nexo potenciador del poder bancario.
Y, de nuevo, las sociedades asisten estupefactas al uso que los Bancos dan a las ayudas o inyecciones de liquidez de los Bancos centrales y como -gracias al manejo bancario de esa liquidez- de nuevo se lucran, ganan, tienen más dinero y, por lo tanto, más poder.
Deciden qué, cuándo, cómo, quién; ni las constituciones, ni las leyes, ni los principios económicos, ni la razón de existencia, priman más que ellos
En las sociedades, y más específicamente en las sociedades de mercado (las capitalistas), reina un lema similar al que precede el hundimiento de un barco (curiosa similitud, no obstante) “la banca primero”.
Y mientras las sociedades salvan a los bancos y les dan más y más poder, mirando hacia atrás, se observa con estupor y terror las víctimas de la masacre, lo que esta dictadura encubierta ejercida por “negociantes” va dejando atrás
Millones de personas en situación de exclusión social: Global y estructural; pérdida de todos los derechos fundamentales como individuos, como personas, como raza; nvolución. Este es el el daño colateral más importante del poder acumulado por los bancos en este ciclo de la crisis.
El crédito se corta
Eje fundamental para el sistema capitalista y elemento vital del sistema, se corta y, los gobiernos permiten por pasividad el cierre y pérdidas constante de tejido empresarial:
- Exclusión social de familias enteras
- Pérdida de la vivienda habitual de menores de edad
- Subvención a millones de desempleados
Esto, en vez de generar riqueza. Todos nos preguntamos ¿Por qué? La respuesta es simple, involución, los gobiernos dependen del crédito, el grifo se cierra pero no para ellos ¿de donde salen las subvenciones, ayudas económicas, dotaciones de recursos, líneas de financiación, en un país donde no se ingresa?. Sin empleo, sin producción, sin consumo; no hay ingreso público.
Si nos retrotraemos un poco en el tiempo y nos centramos en las caídas de los gigantes que dieron el arranque a la crisis, Lehman Brothers y Merrill Lynch, incluso Bernard Madoff, podremos darnos cuenta que quienes fueron, son en otros cargos y bajo otros paraguas pero, son y continúan haciendo las mismas acciones, dando caramelos a los gobiernos y amenazando con acabar con todo si no se accede a sus ansias de poder.
El comienzo histórico y económico del exceso de poder y abuso del mismo que ejerce la banca, podría situarse en 1913, momento en el que un grupo de banqueros de capital privado se une para manipular las tasas de interés en pos del bienestar y equilibrio de las economías, comprar o vender bonos en función de las necesidades de liquidez de las economías y actuar como organismo regulador, supervisor y controlador que garantiza una banca ética cuya razón de existir es el equilibrio económico, el mantenimiento de la riqueza del país. Máximo poder que nunca ha podido ser revertido y cuyos tentáculos ahora se extienden a la toma de decisiones en materia de políticas interiores y exteriores.
La eliminación definitiva de los paraísos fiscales, el establecimiento de un sistema financiero público, cuyo lucro redundará en un mayor ingreso público y la limitación de independencia de los bancos centrales que no serían necesarios en caso de existir una banca pública, podrían ser las únicas herramientas con las que podría desarmarse la dictadura mundial que rige las economías: Los bancos. Por si no fuera claro, a quienes deben dar ese paso y tomar esa decisión… no les va tan mal.