El coronavirus y las bolsas mundiales
La nueva epidemia mundial no solo ha afectado la vida de las personas, sino que también ha hecho tambalear la estabilidad de muchas empresas a nivel mundial.
La nueva epidemia mundial no solo ha afectado la vida de las personas, sino que también ha hecho tambalear la estabilidad de muchas empresas a nivel mundial.
Las consecuencias de la epidemia del coronavirus se intensificaron el domingo 1 de marzo en todo el mundo, provocando el hundimiento de las bolsas en el Golfo y el cierre del museo del Louvre en París, en tanto en China, aumentó el número de contagios. La propagación del coronavirus, que hace temer una crisis económica mundial, causó un fuerte impacto en las bolsas de los países del Golfo, que abren de domingo a jueves, ocasionando que las plazas se desplomen perdiendo hasta un 10 % en Kuwait, siguiendo los pasos a otras plazas mundiales que la semana pasada registraron su peor bajada desde la crisis financiera de 2008.
Por otro lado, el museo del Louvre de París que en 2019 recibió a 9.600.000 visitantes, estuvo cerrado este domingo después de que el personal reivindicara su derecho a dejar de trabajar a causa de la epidemia del coronavirus, anunció la dirección, sin precisar aún una fecha de reapertura. El sábado 29 de febrero, el gobierno de Francia, donde se han registrado 130 casos del nuevo coronavirus y dos muertes a consecuencia, había ordenado la anulación de todo acto público a puertas cerradas que implique una reunión de más de 5.000 personas.
En Alemania, por otra parte, se detectaron 129 casos, más de la mitad acaecidos en Renania del Norte-Westfalia, donde una pareja infectada participó la semana pasada en el carnaval de Heinsberg, un evento muy popular en el país bávaro.
En América Latina, este domingo se registró el primer caso en República Dominicana en un viajero italiano. En México se reportaron cuatro casos, dos en Brasil y uno en Ecuador.
Repunte de la epidemia
Sin embargo, la epidemia, que este domingo 1 de marzo llegó a los 2.996 muertos y más de 87.500 casos en unos sesenta países, por lo menos, seguía concentrada en China, donde se registraron unos 80.000 contagios y 2.870 muertes. Fuera de la provincia de Hubei, en el epicentro de la epidemia, una reanudación de la actividad económica, paralizada desde finales de enero por las medidas para frenar los contagios, se iba percibiendo en el país, como indicaban algunos atascos en Pekín en horas punta.
La Comisión Nacional de Salud anunció este último domingo 573 nuevos casos de esta epidemia, aparecida en diciembre de 2019, el número más alto de contagio presentado esta semana. Pero aún así, las cifras son muy inferiores a las de la primera quincena de febrero, cuando solían anunciarse más de 1.000 casos nuevos al día. No obstante, el número de nuevos contagios repuntaba al alza por segundo día consecutivo, tras haber caído a 327 el viernes 28 de febrero, la cifra más baja en más de un mes.
En cuanto a los decesos de la epidemia, que parece estar cada vez más concentrada en Hubei, este domingo se anunciaron 35 muertes, en comparación con los 47 del sábado 29 de febrero. Otros países también se convirtieron en fuentes de propagación de la enfermedad de COVID-19, entre los que están Corea del Sur, Italia e Irán, que este último domingo dio cuenta de 11 nuevos decesos, llevando el balance oficial a 54 fallecidos. Sin embargo, el servicio en legua persa de la BBC informó de un balance mucho más alto, de al menos 210 muertos, que las autoridades desmintieron.
En lo que respecta a Corea del Sur, el segundo país más afectado por detrás de China, anunció 586 casos más este domingo, llevando el total de contagios a 3.736, 18 de los cuales resultaron mortales.
En Italia
En Europa, Italia se convirtió en el principal foco de la epidemia. Los tres primeros casos de coronavirus registrados en república Checa se dieron en tres personas que habían regresado del norte de Italia, como ocurrió con los tres primeros casos de infección detectados en México. Hasta el momento, Italia ha superado el millar de casos de contagios y registró 29 muertes, por lo que el gobierno aisló a 11 pequeñas ciudades del norte y hay empresas que ya están empezando a notar los efectos de la epidemia en su facturación.
El domingo pasado, la aerolínea israelí El Al declaró que se planteaba despedir a 1.000 de sus 6.000 empleados por las pérdidas financieras provocadas por la anulación de varios vuelos en el extranjero, a causa de la epidemia. Varios países como Alemania o Italia han previsto planes de ayuda financiera para los sectores afectados.
Tras el primer deceso en territorio estadounidense, Australia también anunció la primera muerte por coronavirus, la de un pasajero del crucero “Diamond Princess”, el buque que se encuentra aislado desde hace semanas en Japón, donde se declararon más de 700 casos.
Además del deceso registrado en el Estado de Washington, en Estados Unidos se declararon otros 21 casos, además de los 47 enfermos estadounidenses que fueron repatriados. La situación llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a aumentar el nivel de alerta a “muy elevado” y a advertir que nadie está a salvo de la epidemia de COVID-19, por lo que cualquier país que se sintiera confiado en que la epidemia no llegará a su territorio, estaría cometiendo un grave error.