El valor de la inversión en crisis, sin riesgo hay poca rentabilidad
Invertir en tiempos de crisis no es sencillo, pues incluso para quienes lo hacen el riesgo que tratan de correr es el mínimo, el problema de ello es que la ganancia también lo es.
Invertir en tiempos de crisis no es sencillo, pues incluso para quienes lo hacen el riesgo que tratan de correr es el mínimo, el problema de ello es que la ganancia también lo es.
Es común que las personas en tiempos de crisis o escases tiendan a ahorrar en vez de invertir, sin embargo, todavía quedan algunos que creen en la inversión de su dinero, pero se ven amedrentados por las condiciones de la economía y asumen pocos riesgos, el problema de ello está en que a menor riesgo, menor rentabilidad.
El depósito bancario sigue siendo una alternativa para los más conservadores, pero la ganancia es tan baja como lo es esperar el 1% o el 1.5% de prestarle nuestro dinero al banco por un año ¿Es lo que realmente buscamos? A quienes les agrade la falta absoluta de riesgos de esta forma de inversión y tengan un buen capital como para hacerlo, pueden probar en el Colorado Federal Savings Bank, Bank of Internet USA, FNBO Direct, entre otros. El menor de los riesgos atrae la menor de las ganancias, por esta razón sólo podemos esperar un máximo de 2% de ganancia anual por un depósito directo, lo que es bastante considerando las tarifas internacionales.
Quienes deseen arriesgar más y busquen una ganancia promedio del 4% ó 5% aproximadamente, deberán considerar la inversión en fondos mutuos a corto plazo. El problema de este tipo de inversión es que por lo conveniente que resulta, obliga a que se inviertan sumas importantes de dinero o al menos interesante. Los expertos, como es el caso de Morningstar.com, están de acuerdo en que una inversión es sinónimo de riesgo, de otra forma la mejor alternativa para quien no quiere correrlos es ahorrar su dinero y no esperar nada a cambio.
Muchos de los que han sido consultados respecto de sus próximas inversiones han señalado que “la incertidumbre en la inversión es culpa de la crisis”, no obstante lo respetable que resulta este argumento hay que preguntarse ¿No deberían considerar invertir lo que estén dispuestos a perder? Quienes piensen en invertir el dinero que necesitaran a corto o mediano plazo, están sumamente equivocados, ya que parte de las reglas de oro de la inversión hablan de lo que se puede y no se puede invertir, y en este caso no es viable poner en riesgo – por muy mínimo que este sea – el capital que necesitaremos al corto o mediano plazo.
Riqueza en tiempos de crisis
Es un título extraño, pero lo cierto es que la riqueza en Estados Unidos – para algunas familias – aumento en estos tiempos de crisis en un 2%, a pesar de vivirse una desvalorización de las propiedades y carencia de trabajo.
La explicación a este extraño fenómeno, según la Reserva Federal, es que las acciones subieron mucho y muestra de ello es el índice Standard & Poors (mide el precio de 500 empresas importantes en USA), en el último tiempo éste subió en un 12%, mientras que en el segundo trimestre aumentó en un 11%.
El problema que tiene el ejercicio de ver que tan ricos somos, es que por lo general el resultado termina por demostrar que tan pobres nos hemos vuelto, ya que para verificar el nivel de riqueza de una persona se deben sumar todos los activos (hasta aquí vamos bien), pero luego hay que restar las deudas (comienza el desbarajuste) y el resultado es lo que nos queda… en negativo.
A la visión de cálculo clásica – comentada en el párrafo anterior – hay otra visión muy interesante que se enfoca la etapa productiva de la persona, es decir, se centra en lo que ésta será capaz de producir en el futuro. Una forma simple de hacer este ejercicio consiste en contar cuáles son todos los ingresos que se tienen por año, una vez obtenida esa cifra se tiene uno que preguntar ¿Cuántos rendimientos anuales necesito para generar esta cifra? La respuesta es sencilla, dividimos lo que generamos por la tasa de interés anual que puede obtenerse.
Suponiendo que la tasa de interés es del 3%, dividimos el total de lo que obtenemos por 0,03 y el resultado es $2 millones. Con este resultado descubrimos que el valor de nuestros ingresos en la economía es de esa cifra, eso vale nuestro futuro.