Ser exitoso, el tema pendiente de la mayoría
El éxito no asoma como resultado de una o dos acciones, sino por el trabajo sostenido que se tiene en pos de un objetivo claro.
El éxito no asoma como resultado de una o dos acciones, sino por el trabajo sostenido que se tiene en pos de un objetivo claro.
El éxito es uno de los temas que más llama la atención en las personas porque la gran mayoría se siente infeliz o insatisfecha con lo que hace y obtiene a cambio, pero ¿Qué sabemos realmente de ser exitoso? Mirar los ejemplos de éxito no sirve de nada ¿Por qué? Simplemente porque estas métricas muestran la parte buena de la historia, dice Simon Sinek, especialista en liderazgo.
Hay que tener presente que los números (métricas) no miden el valor real de las cosas ¿Por qué? Porque simplemente se puede medir lo que se ve ¿Y el resto? El resto pasa desapercibido y puede ser un detalle a considerar sumamente valioso, por lo que el éxito y las métricas no se llevan siempre muy bien.
Mientras buscamos desesperadamente ejemplos de éxito nos olvidamos de la premisa número uno para llegar a cumplir nuestras metas, “ser capaces de hacer nuestro propio camino” y caemos en la mala práctica de “imitar lo que otros han hecho”. Si buscamos ser exitosos deberemos coincidir en que “en última instancia todo se reduce a la convicción con que hacemos las cosas” ¿Qué tan seguros estamos de lo que hacemos?
Mientras muchos creen que “saber sobre muchas cosas es mejor”, hay otros que se deciden por un horizonte y nada más, por lo que “aprenden mucho de una sola cosa” y se especializan, pero ¿Cuál es la media a la que debemos dirigirnos? La impaciencia es el peor de los enemigos de quienes realmente buscan el éxito, ya que la desesperación obliga a consultar las métricas para así decir “voy bien” o “voy mal” encaminado.
El éxito no pasa por decisiones de corto plazo, así es que hay que olvidarse de buscar en todo la respuesta inmediata a nuestras decisiones actuales pues con ello evitamos generar un impacto que realmente marque la diferencia.
La mejor decisión, creer en uno mismo
Volvemos a un punto anterior del presente artículo ¿Crees en lo que estás haciendo? Si no crees en lo que haces, es imposible decir que creemos en nosotros mismos, por tanto ¿Podemos esperar el éxito? Ciertamente no.
Cuando se está seguro de lo que se es, y lo que se hace, se toman riesgos importantes en pos de lo que se conseguirá, y es así como se consigue generar un impacto que de un vuelco a las cosas, no confiando en las métricas de la decisión que tomamos ayer, hace una semana o un mes. Una persona con convicción atrae otras personas que piensan de la misma manera y así surgen ideas, objetivos y poco a poco se concretan sueños que se creían imposibles.