Brenton Tarrant, el asesino de Christchurch

El autor de la masacre de Nueva Zelanda se define como un hombre blanco y racista. Dice odiar a los musulmanes y admirar a Donald Trump.

Brenton Tarrant asesino nueva zelanda

El ataque terrorista en Nueva Zelanda a dos mezquitas en la ciudad de Christchurch, tuvo todos los ingredientes para hacerse viral. Se vive una época en que las redes sociales han superado con creces a los medios de comunicación masivos y en las que cualquier persona tiene la absoluta libertad de crear y difundir contenido. El criminal que cegó la vida de 49 personas e hirió a más de 100, inauguró una nueva etapa de terrorismo digital al transmitir en vivo, durante 17 minutos, la matanza de la que fue autor.

En un manifiesto que publicó en Internet y con el cual intenta justificar sus acciones, el australiano Brenton Tarrant se define a sí mismo.

Hombre blanco común, nacido en Australia, de clase trabajadora y familia de bajos ingresos.

Poco antes de perpetrar su crimen, Tarrant subió un texto titulado “El gran reemplazo”, un panfleto racista y nacionalista de 74 páginas que hace alusión a una teoría originada en Francia, según la cual los pueblos europeos son reemplazados por poblaciones inmigrantes no europeas.

Con este manifiesto, Tarrant quería justificar su “venganza” contra, a su entender, miles de muertes causadas por invasores extranjeros en Europa a lo largo de la historia. Se considera racista, aunque no xenófobo, pues asegura no tener nada en contra de las culturas que se desenvuelven dentro de sus propios territorios.

Sin embargo, deja muy claro su objetivo principal que consiste en atacar a los musulmanes.

Son el grupo de invasores más odiado en Occidente, atacarlos tendrá el mayor nivel de apoyo. Con esto quiero mostrarles a los invasores que nuestras tierras jamás serán sus tierras.

Ciudadano Brenton Tarrant

Los medios australianos no han tardado en brindar información sobre Tarrant, afirman que anteriormente había trabajado como entrenador personal en un gimnasio de la ciudad de Grafton entre 2009 y 2011. Según declaraciones de la directora del gimnasio, Tracey Gray a la cadena australiana ABC, tenía como objetivo ahorrar dinero para emprender un largo viaje por Asia y Europa.

Era un entrenador personal muy dedicado. Creo que algo debe haber cambiado en él durante los años que pasó viajando al extranjero.

Un anterior jefe suyo recuerda que Tarrent había trabajado en programas de entrenamiento gratuito para niños y que le había comentado que había obtenido algo de dinero invirtiendo en Bitconnect, una criptomoneda. Dinero que le serviría para financiar su viaje por el extranjero, el cual tuvo una duración de siete años, según el diario “New Zeland Herald”.

El viaje “inspirador”

Según cuenta Tarrant en su manifiesto, fue durante este viaje que se sorprendió al ver Europa “invadida” por inmigrantes y decidió tomar acciones por su cuenta, comenzando a planear el atentado en 2017.

De acuerdo a la versión del asesino, dos eventos ocurridos durante su estancia en Europa lo convencieron de cometer la masacre; uno de ellos fue el atentado terrorista perpetrado por un seguidor del Estado Islámico en Estocolmo y el otro, el triunfo del “capitalista” Emmanuel Macron sobre la “nacionalista” Marine Le Pen en las elecciones presidenciales de Francia. Estos sucesos lo motivaron a iniciar una “revolución violenta”.

(Lo hice) para incitar violencia, retaliación y futura división entre los europeos y los invasores mientras permanezcan en Europa.

Al estilo islámico

Tarrant admite, sin reparo alguno, que sus acciones pueden calificarse como “terroristas”, pero prefiere darles la misma justificación que utilizan los terroristas islámicos para sus ataques.

Yo lo considero una acción guerrillera contra una fuerza de ocupación.

Pero Tarrant expresa alegremente su animadversión hacia los migrantes establecidos en Europa, siendo también él parte de este grupo por ser australiano, sin embargo, hace una salvedad a su situación afirmando que él es europeo por ser heredero de una cultura ancestral. Según su propia manifestación, su ascendencia es inglesa, irlandesa y escocesa.

El terrorista australiano también afirma que tras la masacre pensaba permanecer con vida, aunque las posibilidades de morir eran altas y agregó que durante el juicio se declarará inocente.

(Esto fue) un ataque partidista contra una fuerza invasora.