Juan Manuel Santos, a un paso de llegar a la presidencia de Colombia
Las encuestas daban un empate técnico, cuando finalmente Santos triunfó por un amplio margen que lo deja a las puertas de la presidencia.
Las encuestas daban un empate técnico, cuando finalmente Santos triunfó por un amplio margen que lo deja a las puertas de la presidencia.
En Colombia han comenzado las estrategias de alianzas electorales con miras a la segunda vuelta electoral.
A simple vista, parece muy poco probable que Mockus pueda descontar el 25% que arrastra en contra luego de la pasada primera vuelta. Los resultados han sido un fuerte sacudón para ambos, aunque con muy disímiles efectos anímicos, ya que vale recordar que las encuestadoras daban un empate técnico en un 35%, sin embargo, Santos se alzó con el 46,5 % de los sufragios contra el magro 21,57% de Mockus.
Juan Manuel Santos, no se ha quedado en festejos y ha continuado firme en sus pasos para llegar a la presidencia. Al otro día de las elecciones expresó que quería mejorar las relaciones con Venezuela, y de salir electo, el día que asuma el cargo de primer mandatario sería un gran honor para él contar con la presencia de Hugo Chávez. Aunque las respuestas del líder Venezolano fueron categóricas al acusarlo de ser un verdadero peligro para la paz regional, tratándolo de mafioso y que no sería bien recibido en Caracas.
Luego de las declaraciones de Chávez y con la alta probabilidad de imponerse en segunda vuelta, Santos fue más cauto en sus palabras y sólo se limitó a expresar que, en caso de triunfar en segunda vuelta, estudiará la posibilidad de invitar al presidente venezolano. Recordemos que Chávez había lanzado críticas similares durante la campaña electoral peruana, emitiendo duras críticas a Alan García, quien finalmente resultó ganador. Empero, el candidato colombiano no dudó en ratificar su deseo de lograr un cambio positivo en las relaciones diplomáticas con Venezuela, ya que esto sería beneficioso para ambos países.
Santos fue ministro de Defensa de Álvaro Uribe, y es considerado por muchos opositores a la línea política que ha adoptado Colombia en los últimos tiempos, como gran aliado de Estados Unidos, la continuación del proceso llevado por Uribe. Internacionalmente no se ha criticado el combate a la guerrilla, sino la forma. Se han suscitado episodios como el ataque que cobró la vida de uno de los líderes de las FARC, Reyes, que sucedió dentro de territorio de Ecuador. Las relaciones con Correa y Chávez son muy malas. Y ambos mandatarios lo ven como más de lo mismo, la misma línea de “alianza imperialista” que ha montado Uribe.
En el año 2008, siendo Santos ministro de Defensa, se descubrió un hecho que dejó muy mal parado al gobierno, las ejecuciones extra judiciales. El ahora candidato se defiende expresando que fue él mismo quien obró en consecuencia al enterarse del episodio, y que gracias a él se terminó con ese tipo de ejecuciones al margen de la ley.
Admitió que simpatiza con alguno de los proyectos que ha impulsado el mandatario brasileño Lula, en lo que respecta a políticas sociales para combatir el hambre.
Antanas Mockus mantiene las esperanzas de una posible victoria, y para ello está en la búsqueda de alianzas, aunque será una empresa difícil la de recuperar el 25% de diferencia.
Además de Mockus, quienes sufrieron una derrota muy fuerte y que afectan altamente su credibilidad, son las empresas encuestadoras. Daban un empate técnico, cuando finalmente Santos triunfó por un amplio margen que lo deja a las puertas de un futuro mandato como presidente.
El presidente Álvaro Uribe se sumó a los festejos de Santos, y se siente muy esperanzado en el triunfo del candidato al que apoyó explícitamente. También, en un gesto diplomático, se comunicó con Mockus.
Santos exhortó a realizar un acuerdo nacional para enfrentar los principales problemas que agobian al país, más allá de ideologías y colores partidarios. No obstante, la ventaja obtenida en primera vuelta le permitirá aprobar numerosos proyectos sin necesidad de previos acuerdos. No cuenta con mayoría absoluta, las que se requieren para determinadas reformas, pero sí con la mayoría necesaria como para impulsar las reformas que crea necesarias sin depender de la oposición. De todas formas, no es lo que tiene en mente, según se desprende del llamado a formar acuerdos que efectuó.
Ese mismo tema, el de las mayorías parlamentarias, es otro duro escollo para Mockus, pues si lograra la difícil tarea de remontar ese 25% de desventaja, estaría en minoría en el parlamento, por lo que constantemente para cualquier tipo de proyecto requeriría de alianzas especiales. Es un panorama muy complejo.
Lo que realmente importa en el contexto regional latinoamericano, es que el próximo presidente, por más que sea un amplio aliado de Uribe, tienda lazos de unión hacia los países vecinos. También sería positivo el que los mandatarios de países vecinos, principalmente Chávez, bajara los decibeles y propiciaran un clima de armonía. Una especie de tregua o voto de esperanza para intentar fraternalmente tratar los aspectos discordantes en un marco de tolerancia.