Parámetros a tener en cuenta cuando se elige un préstamo

Consejos sobre prestamos

Resulta sorprendente cómo cambian los hábitos económicos y sociales en función del ciclo que se vive en los mercados financieros. No cabe ninguna duda que, el dinero es el gran motor de la máquina que conforman los sistemas y las sociedades. Hoy, el crédito se ha convertido en un término que provoca inquietud. Atrás quedaron los años en los que solicitar un crédito era considerado un trámite.

Tras la explosión de las múltiples burbujas producto de la especulación, la pérdida de valores como la ética, la responsabilidad y la arbitrariedad con la que todos, poderosos y ciudadanos, nos tomamos el crédito, solicitar y elegir un crédito requiere altas dosis de evaluación y estudio.

En la actualidad existe una amplia gama de créditos: el acceso a ellos puede hacerse de formas muy distintas a como se realizaba hace una década o quince años. Hoy, gracias a la globalización e Internet, el acceso al crédito puede y debe, realizarse tras un estudio exhaustivo y pormenorizado de una serie de variables. Estableciendo unas premisas básicas y teniendo en cuenta parámetros definidos.

La mayor parte de los créditos y préstamos personales tienen las mismas características. Así, el tipo de interés, los plazos y el importe, son las claves de una oferta de financiación. El equilibrio, sin embargo, viene determinado por la conjugación entre estos tres factores encuadrados en el contexto de la economía particular y doméstica de cada persona.

Si bien el tema del tipo de interés, es muy relevante y ocupa multitud de opiniones, esta variable está lejos de ser la más relevante a la hora de formalizar un crédito. No es extraño encontrar multitud de ofertas con intereses muy bajos, que incluyen, entre sus múltiples cláusulas, costes adicionales derivados de productos exigidos como vinculación adicional para minimizar el riesgo, lo que a la larga, encarece sustancialmente el crédito.

Como en todos los ámbitos de la vida, la elección de un crédito requiere de un estudio previo. Un estudio de un número representativo de ofertas que cumplan con los requisitos que se adecuan a nuestra realidad. El mercado crediticio es un cobijo perfecto de sociedades privadas denominadas prestamistas. Este tipo de empresas ofrecen opciones de financiación que rayan la usura y cuyas tasas de interés superan, en ocasiones, el 25% o lo que es lo mismo, tres o cuatro veces el interés legal.

La captación se realiza desde la impunidad de la falta de control y abusando de la necesidad imperiosa de liquidez, para lo cual realizan la concesión en plazos que no superan las 48 horas y, sin prácticamente, ningún trámite burocrático alguno. Precaución, este tipo de entidades no están regulados por los organismos supervisores del sistema bancario ni los fondos de garantías de depósitos, lo que deja al cliente en estado de indefensión absoluta en caso de producirse una discrepancia.

Otro factor determinante a la hora de solicitar financiación es, endeudarse únicamente por el importe que se necesita. Es inherente al ser humano gastar más de lo que se tiene, si la financiación solicitada supera la necesidad de liquidez, nos encontraremos no sólo ante el gasto extraordinario de los intereses, mayores cuanto mayor sea el importe prestado, sino también al gasto arbitrario e innecesario de la cantidad adicional solicitada.

Una vez analizados los preceptos a tener en cuenta, debe conocer de forma clara y explícita sus derechos como cliente:

  • Todos los contratos de crédito y préstamo deben formalizarse a través de un documento previo, cuyo objeto es el estudio de las cláusulas y condiciones y, cuya vigencia es de 10 días previos a la firma. Debe exigir este documento
  • Cuando un préstamo se formaliza sobre la adquisición de un bien, la devolución del bien rescinde automáticamente la vigencia del préstamo
  • Tiene derecho a que le expliquen, previo a la firma, el significado de todas las cláusulas establecidas y su aplicación sobre sus cuotas mensuales

Como consejos finales:

  • No se olvide de realizar un exhaustivo análisis de su economía, en un escenario de ingresos poco estable, falta de liquidez habitual o previsiones de cambios; el endeudamiento es absolutamente contraproducente
  • Recuerde que, plazos mayores implican intereses mayores o lo que es lo mismo, más dinero a devolver

En cuanto al contrato del crédito, deben obligatoriamente, aparecer detallados en forma clara los siguientes apartados:

  1. El tipo de interés a aplicar es de obligado registro en las escrituras y pagarés
  2. Tabla de amortización: Debe incluir, plazos, importe de las cuotas, número de cuotas, periodicidad, fechas de pago, inicio y fin
  3. Productos vinculados: Pólizas de seguros, comisiones, gastos e intereses

No se tome a la ligera un contrato de crédito, la legislación actual obliga a responder de las deudas producidas por los impagos con sus bienes presentes y futuros.