Mineros atrapados en Chile, preparados para una larga espera
Los mineros atrapados en Chile, a 700 metros bajo tierra, están vivos y esperando ser rescatados.
Los mineros atrapados en Chile, a 700 metros bajo tierra, están vivos y esperando ser rescatados.
Son 33 los mineros que permanecen desde el 5 de Agosto atrapados en la Mina San José en el norte del país, específicamente en Copiapó (III Región de Atacama). La fortaleza de estos hombres ha dado la vuelta al mundo, impresionando por la disciplina y sicología con la que han conseguido aguantar a casi un kilómetro de profundidad (700 metros bajo tierra) sin agua, comida ni medios mínimos que le permitan asegurar su supervivencia o les permita respirar tranquilos.
Aunque las estadísticas jugaban en contra de estos humildes 33 trabajadores de la Mina San José, y la tecnología disponible no daba abasto para encontrarlos con la premura que se necesitaba, la fe que cada uno de ellos tenía se convirtió en realidad, los rescatistas lograron perforar con una sonda la tierra y dar con ellos, permitiéndose las familias el lujo de apreciar una fotografía llena de emoción de la cara de uno de ellos, el milagro se estaba haciendo presente y un país entero ya vibraba de emoción, ¡los mineros estaban vivos!
Las edades de los trabajadores atrapados en la Mina San José oscilaba entre los 19 y los 63 años, cientos de historias entremezcladas con experiencias de vida totalmente distintas, hoy resultaban unidos por una realidad ineludible… la posibilidad nula de salir de lo que podría entenderse como las puertas del infierno, con una temperatura constante de 30º Celsius y una humedad del 100%, no podría tener otro nombre.
La tragedia abrazó la vida de 33 hombres sin discriminar, pues había un ex jugador profesional de fútbol, un inmigrante boliviano que llevaba una semana de trabajo en la Mina apenas, un ex marinero y un hombre cuya edad superaba los 50 años y ansiaba ver nacer a su nieto… tantos deseos frustrados en tan poco tiempo... toda una vida hecha añicos por un derrumbe, por la irresponsabilidad y falta de preocupación de los encargados de la Mina San José.
Se hicieron muchos intentos por descubrir si estaban o no los mineros con vida, los noticieros locales no daban buenas posibilidades y sólo comenzaba a sentirse en el aire la idea de vivir un milagro, cuando de pronto el Presidente de la República de Chile, Sebastián Piñera, dice al país que no se descansará hasta que no quede ninguna posibilidad de vida para los 33 hombres allí atrapados. La determinación del presidente, las autoridades a cargo y el grupo de rescatistas cobró sentido, al igual que lo hicieron las plegarias, lágrimas y gritos desconsolados de aquellos familiares que acamparon en la superficie de la mina implorando misericordia al que todo lo ve y todo lo oye, los mineros seguían con vida, tenían ánimo y sabían que su país no los abandonaría.
La nueva historia que se escribe a contar de hoy
Ya existe comunicación con los mineros a través de las llamadas “palomas”, un sistema de comunicación que permite enviar notas desde la superficie a las profundidades de la mina y viceversa, asimismo se pudo enviar una cámara de alta definición, comida, camas de campaña y entregar un soporte de comunicación tipo telefónico para entregarles soporte sicológico en todo momento.
Lo peor ya ha pasado pues los 33 mineros están vivos, pero la espera será larga, ya que hay que esperar 3 o 4 meses para que el taladro de 30 toneladas pueda hacer un hoyo de 670 metros y así rescatar a cada uno de ellos, donde el tiempo estimado por persona llega a los 40 minutos. La altísima humedad, falta de hidratación y comida hizo que el promedio de pérdida de peso llegara a los 9 kilos, razón por la cual las autoridades hicieron llegar un equipo multidisciplinario para dar soporte total a los mineros atrapados y a las familias.
El video que los propios mineros pudieron grabar con la cámara enviada mostró al mundo una realidad inesperada, los mineros no sólo estaban vivos, sino que con un espíritu intacto, con una fe inquebrantable y una sonrisa que pintaba la cara de cada uno de ellos con el orgullo de ser chileno, de saber que su país jamás los abandonó y que se removería hasta el último escombro que fuera necesario para sacarlos a todos con vida, cueste lo que cueste.
El llamado “refugio” era uno de los sitios donde se tenía previsto el descanso, había pasta de dientes en poca cantidad, algunos espejos, una mesa y camas muy improvisadas, pero a pesar de todo lograban entretenerse con un “dominó” y de las conversaciones que sostenían entre ellos mismos.
En una conversación telefónica con el presidente Sebastián Piñera, Luis Urzúa dijo que durante los primeros días no se pudo escapar de la catástrofe ocurrida en la Mina por la falta de ciertas medidas de seguridad exigidas por la Ley, como lo es una escalera de emergencia, cuestión que fue ratificada por el Ministro de Minas Laurence Golborne. Muchos no saben que el informe del desastre a bomberos no sucedió hasta pasadas seis horas después de la catástrofe ¿Por qué? hasta el momento esta situación es revisada en el sumario al que se ha sometido a los encargados de la mina.