Lidiar con un mal jefe

Tener que lidiar con un jefe malo o mediocre no es poco común, sin embargo las alternativas que tenemos son actuar con calma, ser directos y pacientes.

Malos jefes
Malos jefes

Nadie dijo que la vida sería justa y todos tenemos que saber al comenzar en el mundo laboral que los jefes, no necesariamente son un conjunto de virtudes, pero ¿Qué hacemos? No todos los que merecen llegar a convertirse en jefe llegan, por ello tenemos que tener conciencia de que habrá más de alguno que se empeñará en hacerlos la vida imposible como empleados porque es infeliz en su puesto de trabajo, no tiene las capacidades necesarias para hacer lo que hace, etc.

Lo que nosotros tenemos que saber es que hay muchas formas de lidiar con un mal jefe, las que evitan tengamos que estar con él en todo momento y nos permiten hacer nuestro trabajo con tranquilidad.

Trabaja para ti mismo

Si tenemos 10 empleos distintos y no podemos lidiar con los 10 jefes, quizá tengamos algún tipo de problema con la “autoridad”, y en ese caso no hay nada mejor que trabajar para uno mismo. En el mundo en el que nos desenvolvemos no es difícil comenzar una carrera profesional solo, pues existen las oportunidades, están los conocimientos disponibles y cuando tenemos ganas, podemos llegar donde queramos.

Uno de los aspectos positivos de trabajar de forma independiente es que ya no hay que ajustarse a una jerarquía ni tampoco tenemos que besar los pies de alguien para ascender en el escalafón, todo depende de nosotros. El viejo panorama de tener que llegar a una empresa a hacer carrera, hace mucho tiempo quedó atrás, sobre todo cuando vemos la forma en que explotó Internet ¿Estás listo para el siguiente nivel?

Uno de los aspectos negativos de esto es que los primeros cinco años son críticos, por lo que las probabilidades están muchas veces en contra de los emprendedores. Si no preferimos correr riesgos, pues aquí van algunos consejos para saber cómo lidiar con el “jefe odioso” que algunas empresas tienen y aprender qué no decirles.

1 Resolver los conflictos

Lo primero que tenemos que tener presente es que la clave para resolver la mayoría de los conflictos es la “comunicación”. Tratar de hacer nuestra comunicación cada vez más clara, es el mejor de los esfuerzos que podemos hacer para conseguir resolver conflictos de forma pacífica.

Es muy importante que hagamos sólo descargos cuando haya quejas que afecten el desempeño de nuestro trabajo, es decir, tenemos que tener presente lo que resulta o no aceptable decir o hacer en la oficina. Con lo anterior dejamos en claro que no podemos quejarnos simplemente porque tengamos “mucho trabajo”, por citar un ejemplo. Si tenemos una recarga de trabajo casi insuperable, la mejor forma de hacérselo saber al jefe es demostrándole cuánto nos va a costar desarrollarlo todo (tiempo).

2 Ser específico

Lo único en lo que debemos enfocarnos es en ser productivos. Mientras seamos productivos para la compañía, las cosas estarán a nuestro favor y no será difícil demostrar lo que pierde la empresa si nos vamos. Enfocarse en demostrar cuánto hemos cooperado para que se alcancen las metas propuestas, es mejor que discutir por el mal carácter del jefe ¿No lo creen?

Conforme lo que hemos logrado, es bueno establecer metas futuras que nos permitan saber dónde focalizar nuestros esfuerzos, así como también, sobre qué cosas recibiremos bonificaciones.

3 Mantener la calma

Cuando estemos frente a uno de esos jefes “intratables”, lo mejor que podemos hacer es mantener la calma, expresarnos con claridad y sensatez en todo momento, y jamás atacar al otro aún cuándo él sí nos ataque. Hablar mal de alguien o hacer directamente un reproche sobre su calidad de jefe sólo hará que aumente la tensión.