Aprender a liberar la tensión
La tensión es una de aquellas cosas que sentimos producto de nuestra propia incapacidad a la hora de adaptarnos al entorno.
La tensión es una de aquellas cosas que sentimos producto de nuestra propia incapacidad a la hora de adaptarnos al entorno.
Es curioso que una persona consiga relajarse con tan solo hablar su problema con alguien más, también es extraño el analizar que por estar “tensionados” tomamos la mayoría de las veces malas decisiones. Por todo lo anterior, lo que recomiendan los profesionales es hacer un esfuerzo por aprender más del resto en vez de enojarnos ciegamente por todo lo que no comprendemos o desagrada.
Muchas veces nos encontramos en situaciones complicadas donde, empezamos con las mejores intenciones una conversación, pero poco a poco ésta se torna en discusión y sin darnos cuenta ya no hay arreglo aparente ¿Estas tenso? Decir que nos levantamos con el pie izquierdo un día no es suficiente, sobre todo cuando parece que está lloviéndonos sobre mojado.
A veces cuando más pensamos que todo nuestro entorno está mal, no nos damos cuenta que en realidad somos nosotros los que no estamos haciendo las cosas bien ¿Por qué? Por el síndrome del capitán de avión. Un claro ejemplo de lo responsables que somos de tensionarnos a nosotros mismos, es el ejemplo del capitán de avión que toma los comandos y el control con tal imposición, que el resto de la tripulación no se atreve a cuestionarle nada ni a mencionar algo va mal. Recuerde, “el trabajo en equipo hace del vuelo uno seguro”.
No hay mejor forma de liberar la tensión que dejar de presionarse por todo. Si estamos teniendo problemas con el entorno, hagamos un alto y comencemos a hacernos preguntas ya que es la única forma de obtener respuestas. Una forma clara de liberar la tensión acumulada es hablar sobre ello, expresarse al respecto y liberarse de esa carga pesada que nos hace actuar de forma irracional y nos complica la existencia innecesariamente.