OCDE pronostica crecimiento mundial de 4,2% para 2011 y 4,6% para 2012
Dijo que para este año rondará el 4,2% y 4,6% para 2012, y será liderado por los países emergentes. Estimó además que la actividad debería crecer este año 2,6% y 3,1% el próximo año.
Dijo que para este año rondará el 4,2% y 4,6% para 2012, y será liderado por los países emergentes. Estimó además que la actividad debería crecer este año 2,6% y 3,1% el próximo año.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) prevé un crecimiento mundial para este año del 4,2% y del 4,6% para 2012, pese a las sombras que proyectan la recesión en países como Japón (-0,9%), la crisis de la deuda soberana en el mundo desarrollado y el desempleo.
"La recuperación mundial está en marcha pero se lleva a cabo a ritmos diferentes según los países y las regiones", advierte el informe Perspectivas Económicas, divulgado este miércoles en París, sede de la organización que celebra su 50º aniversario.
Los 34 países de la OCDE crecerán de media este año un 2,3% y un 2,8% en 2012, mientras las economías de la eurozona será del 2% tanto éste como el próximo año.
En Estados Unidos, la actividad debería crecer este año 2,6% y 3,1% el próximo.
El PIB de Japón se contraerá este año un 0,9%, lastrado por el terremoto y el tsunami de marzo pasado que generaron el peor accidente nuclear desde Chernobyl, antes de volver a los números positivos en 2012, con un crecimiento del 2,2%.
Entre los países desarrollados, las notas negativas las pondrán este año Grecia, con un retroceso del 2,9% antes de empezar a crecer el próximo un 0,6%, Portugal -2,1% y -1,5%, respectivamente, sumergidos en la crisis de la deuda que les ha llevado, al igual que a Irlanda, a recurrir a la ayuda de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional a cambio de draconianos programas de ajuste.
Entre los países emergentes, la OCDE prevé que China lidere el crecimiento mundial, con un incremento del 9% este año y del 9,2% para 2012 e India 8,5% y un 8,6%, respectivamente.
El PIB de Brasil crecerá en 2011 un 4,1% frente al 7,5% de 2010, para aumentar de nuevo en 2012 al 4,5%, gracias a las inversiones "enormes" en las infraestructuras, que permitirán alimentar un "crecimiento sólido" en los próximos años.
En México, después de haber progresado el 5,5% el pasado año, el crecimiento del PIB se moderará tanto en 2011, al 4,5% como en 2012, cuando la OCDE espera que la economía crezca un 3,8%, ya que las exportaciones recuperarán un ritmo de expansión "normal".
El crecimiento de Chile será este año del 6,5% para replegarse progresivamente hasta el 5% en 2012, debido al rigor de la política monetaria y presupuestaria, señala la organización en su último informe sobre las Perspectivas Económicas.
En España, la OCDE prevé un crecimiento del 1% este año y 1,5% para el próximo año, que vendrá acompañado por una "lenta disminución" del desempleo, para descender en torno al 19% a finales del próximo año.
No obstante, el secretario general, el mexicano Angel Gurría, advierte que es "un momento delicado para la economía mundial y la crisis no habrá concluido hasta que las economías no empiecen a crear suficientes empleos".
Sólo en los 34 países de la zona de la OCDE, 50 millones de personas están sin empleo, alerta la organización, que insta a los poderes públicos a que tomen medidas para facilitar la creación de trabajo.
Pero no sólo el desempleo es un problema. La organización alerta de que existen riesgos de que la situación se deteriore, sobre todo, si siguen aumentando los precios del petróleo y las materias primas, lo que podría alimentar la inflación subyacente.
La ralentización mayor de lo previsto de la economía china y la 'inestable' situación presupuestaria en Estados Unidos y Japón y un nuevo parón en los mercados inmobiliarios de varios países de la OCDE, podrían complicar también las cosas.
La organización insta a los países a que reduzcan su deuda, que se sitúa por encima del 100% del PIB en los países de la OCDE, es decir, un 30% de media más que antes de la crisis.
'Esta deuda pública considerable, cuyo impacto negativo en el crecimiento hemos visto, debe estabilizarse para reducirla en cuanto sea posible', recomendó Gurría, sobre todo a la vista del envejecimiento demográfico.