La gran tragedia griega (y no es de Esquilo)
El blindaje es un aliciente en el corto plazo, ya que es claro que se tiene que pagar, y Grecia no está en condiciones de quedar mal parada ante la UE, pues sería cavarse su propia fosa. Francia fue el primer país en celebrar este acuerdo.
El blindaje es un aliciente en el corto plazo, ya que es claro que se tiene que pagar, y Grecia no está en condiciones de quedar mal parada ante la UE, pues sería cavarse su propia fosa. Francia fue el primer país en celebrar este acuerdo.
La economía griega se encuentra herida gravemente, los ajustes fiscales impuestos han causado gran indignación y molestias en la población, que ha salido a las calles a protestar contra este giro neoliberal del gobierno en donde siempre es la población quien paga las inoperancias del sistema político.
Es de esperar que la medida de inyección económica aprobada tranquilice un tanto las aguas, pues a la fecha ya han fallecido tres personas como consecuencia de los graves incidentes vividos en las calles de Atenas.
Los préstamos internacionales solicitados, por regla general, siempre es la población la que termina pagándolos con nuevos impuestos que deben desembolsar de sus bolsillos. El anuncio del acuerdo entre el FMI y la UE de apoyar un blindaje de 110 millones de dólares sin dudas que fue tomado como un alivio para el primer ministro George Papandreu; aunque esto también trae aparejados serios compromisos que el gobierno deberá cumplir a rajatabla, como lo es la promesa de reducir el presupuesto en 30 millones de euros en los próximos tres años y comprimir el déficit público a menos del 3% del Producto Interno Bruto antes de 2014; este es el compromiso que ha firmado Grecia ante estos organismos de crédito. Asimismo, el salvataje deberá ser devuelto en un plazo igual de tres años. Pero a Grecia pocas alternativas le quedaban.
La UE goza de muy buena salud, y los números griegos son pequeños en escala, aquí se trataba más que nada de un tira y afloje entre la UE y Estados Unidos, ya que los bancos norteamericanos tienen un alto grado de responsabilidad en el desmedido endeudamiento griego. Sin embargo, se han limado las asperezas, aunque cabe recordar que aquí estamos hablando de negocios y siempre hay otros intereses en juego, muchas veces desconocidos para el común de la gente.
Este paquete de ayuda ha sido algo duro de tragar para el gobierno, pues ha dejado de lado un sin fin de promesas electorales, y seguramente todo esto traerá aparejado ajustes impositivos, en fin, todo lo opuesto a lo prometido muy poco tiempo atrás en campaña electoral. Aunque el deseo es de que Grecia vuelva a levantarse, ya que de su resurgimiento dependen otros países aliados que siguen con ojos de preocupación toda esta situación.
Esto implicará un abrupto recorte en el gasto social. Pero con estos ajustes podría alejarse un tanto el fantasma del hundimiento y la amenaza de tener que abandonar el euro como moneda. El blindaje es un aliciente en el corto plazo, ya que es claro que se tiene que pagar, y Grecia no está en condiciones de quedar mal parada ante la UE, pues sería cavarse su propia fosa. Francia fue el primer país en felicitar este acuerdo. Tanto Francia como Alemania serían de los países más perjudicados ante una caída griega pues son quienes más se benefician de la desigual balanza que tienes los griegos, ya que importan mucho más de lo que exportan.
Estas causales de endeudamiento tienen como inicio la improvisación ante las imposiciones de las finanzas. El FMI se caracteriza por imponer la coacción de los países mientras prometan que resistirán, tiran la cuerda hasta romperla, y sus recetas generalmente culminan siendo remedios peores que la enfermedad.