Pagamos Doble

A través de nuestros impuestos, los peruanos pagamos al Estado por salud y educación. Debido a la corrupción, volvemos a pagar a las empresas privadas por los mismos servicios.

Pagamos Doble por Fernando Calmell del Solar

La mayoría de los peruanos tenemos que trabajar en la informalidad, estamos sujetos a coimas, extorsiones y persecuciones de autoridades de todos los niveles. La realidad es que los nombres cambian, pero los políticos, autoridades y los ladrones de cuello y corbata (falsos empresarios) siguen siendo los mismos desde hace más de 30 años. Estamos hartos, pero nos hemos acostumbrado a tener dos o más trabajos por familia para poder cubrir lo que nos roban los mismos de siempre.

La realidad es que los peruanos pagamos por salud, educación y servicios que el Estado debería darnos (porque son derechos que están en la Constitución), dos veces. Una con los impuestos que todos, formales e informales, pagamos y, como con ese dinero no hicieron nada más que llenarse los bolsillos, tenemos que pagar la segunda vez a quienes nos dan los servicios privados.

Claro está, hay millones de peruanos a quienes no les alcanza para hacer ese segundo pago con dinero, y lo hacen con su vida, con su futuro y su desarrollo. Sí, porque se mueren de hambre, por enfermedades que ya no deberían existir o una simple apendicitis. Otros, desde niños, se convierten en muertos vivientes por causa de la anemia.

La corrupción es un cáncer que lleva años matando a nuestro país y hoy el problema real es que, bajo su ideología, Castillo y Cerrón, de manera descarada, roban y se esfuerzan en igualar a todos los peruanos, pero hacia la pobreza extrema. Están destruyendo nuestra libertad de trabajar y emprender para sacar adelante a nuestras familias para después, desde el gobierno, ser ellos los que nos controlen en base a bonos, subsidios y “regalos”.

Hoy estamos en la peor crisis económica que vive el Perú en muchísimos años, donde ya -desde hace varios meses- no bastan esos dos o más trabajos para tener la seguridad de que mañana se podrá comer, caminar seguro o simplemente sobrevivir. Puede ser que nunca quisiste ver la realidad, porque siempre miraste para un costado y recién hoy te asusta; o, por primera vez, te toca directamente los bolsillos.

Si ahora ves y sientes, no te escudes en el “yo hice mi parte y el gobierno no”. No creas que la solución recae en palabras, datos y comunicados; en gritar “saquemos las zapatillas'' y reclamar a la calle desde tu sillón.

Ahora es el momento de atreverse a hacer, actuar, dejar de ver por la ventana y salir con botas a construir de nuevo un país, como muchos peruanos, que junto a otros peruanos, lo vienen haciendo todos los días, para recuperar lo que nos han robado. Se puede cambiar esto, pero no para volver a lo de antes. Se debe cambiar de ciclo, pero para lograr un Perú del que todos estemos orgullosos.