Pedir ayuda, la mejor forma de ser exitoso
Cuando realmente se quiere lograr algo, la mejor forma de hacerlo es haciendo a un lado al “Ego”.
Cuando realmente se quiere lograr algo, la mejor forma de hacerlo es haciendo a un lado al “Ego”.
Algunos de los mitos con que nos encontramos a la hora de ser “eficientes” o considerados como “inteligentes” es el hecho de que sea bueno abstenerse de pedir ayuda ¿Por qué? Porque ciertamente no es un signo de debilidad, sino que muy por el contrario es parte del camino hacia el éxito ya que raramente éste llega al mundo de quienes todo lo hacen solos. Es preciso tener en cuenta que, la mejor de las formas de conseguir hacer que las cosas se hagan, es haciendo al ego a un lado.
Mientras nos encontramos abogando por una carrera exitosa, nos encontramos en reiteradas ocasiones con el dilema de “pedir o no ayuda a los colegas”, pero ¿Cuál será la consecuencia de hacerlo? ¿Habrá alguna realmente? La verdad es que si la hay, pero está lejos de ser negativa. Mientras muchos creen que pedir ayuda es una debilidad que será vista por los jefes y evitará seamos promovidos, hay quienes ven ahí una oportunidad de integrarse en un equipo de trabajo, conocer las limitaciones profesionales que se tienen y distinguen incluso una especial habilidad para controlar al siempre complicado “ego”.
Es bueno comenzar diciendo “no puedo hacer todo solo”, reconocer este hecho es el primer paso hacia la eficiencia real como emprendedores. Hay quienes dicen “si quieres que algo se haga bien, hazlo tú mismo”, pero ¿Qué pasa si hay otro que lo puede hacer mejor? En el mundo en el que nos desenvolvemos enfrentamos retos, uno de ellos es “la eficiencia” ¿Estamos dispuestos a hacernos a un lado en pos de este objetivo?
Si estamos en el camino a construir una próspera empresa, sabemos la importancia que tiene quien funda este emprendimiento con una “visión”, pero también debemos reconocer que la pasión del emprendedor se respalda en la eficiencia de quienes le ayudan a hacer esta “idea” una “realidad”.
El mejor consejo para pedir ayuda es “comunicar las ideas que tenemos”. Cuando somos capaces de comunicar nuestra visión, también somos capaces de traer abordo a terceros que prontamente podrían convertirse en protagonistas y aportar con lo que mejor saben hacer, algo que casualmente sirve de complemento a lo que nosotros hacemos como fundadores.